Las sucesivas sentencias judiciales han marcado el actual devenir del urbanismo en la tercera ciudad de Galicia, abocada a tener vigente un planeamiento aprobado hace más de treinta años -el de 1986-, después de que el Tribunal Supremo tumbase el Pan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de 2003, y, recientemente, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) hiciese lo mismo con la Ordenación Urbanística Provisional.

Una de las zonas emblemáticas de la ciudad, como es la de As Burgas, en pleno casco histórico de la ciudad, también se encuentra afectada por esas resoluciones judiciales, a las que se le viene de sumar la anulación del Plan de Especial Protección, el Estudio de Detalle y el expediente de expropiación directa, elementos claves para poder llevar a cabo futuras actuaciones, tanto en el ámbito público como privado, sobre todo en el ámbito de aprovechamiento termal.

Pero a pesar de esa situación, en As Burgas se podrían llevar a cabo actuaciones al amparo del planeamiento de 1986, ya que en el mismo se contempla como zona residencial y suelo urbanizable, pero al contar con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), deberán tener la correspondiente autorización de Patrimonio, cuestión está que supone un "freno" para la iniciativa privada, como así lo reconocían a FARO especialista en cuestiones urbanísticas y del sector de la construcción y promoción.

Además, otro de los problemas a los que debe hacer frente el Concello está relacionado con las parcelas que había expropiado, con el objeto de realizar una reparcelación total en la zona, proceso que viene de anular el alto tribunal gallego. Y aunque el gobierno municipal pretende quedarse con esos terrenos expropiados, ahora se abre un proceso que pasa por reclamar el dinero abonado por la expropiación a sus propietarios y proceder a devolverle los terrenos, o bien, negociar un nuevo precio, que llevará consigue los técnicos municipales realicen una nueva valoración, y entrar de lleno en un proceso negociado.

Sobre está cuestión, el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, es partidario de esa negociación, pero advierte que "deberá ser un precio razonable, para que el Concello pueda sumir el pago". Además de proceder a la elaboración de un nuevo plan especial protección, después de confirmase la anulación del que se había aprobado por parte del anterior gobierno socialista.

En cuanto a las soluciones para superar la actual situación urbanística en la que se encuentra la ciudad, pasa por un nuevo Plan Xeral de Urbanismo. Pero a día de hoy, el documento aprobado a finales del pasado mandato se encuentra en fase de adaptación a la nueva Lei do Solo de Galicia, y "bloqueado" ante la falta de acuerdo entre el gobierno municipal y los grupos de la oposición.

Unas negociaciones que José Cudeiro espera que se puedan retomar a finales de junio, una vez que el equipo redactor entregue el documento refundido, y en el que se contemplan la inclusión de los ámbitos de la ordenación provisional y las propuestas de diferentes colectivos profesionales y vecinales.