Una de las cuestiones en las que se incide es en la necesidad de actuar en aquellas zonas que cuentan con la denominación de "puntos negros" en lo que a atropellos se refiere. En la mayoría de los casos, como así se señala en el informe, se trata de calles que tiene un mayor volumen de tráfico rodado, entre las que aparecen la Avenida de Marcelo Macías, Avenida de Zamora, Saínza, Ramón Puga y la Avenida de Santiago, entre otras.

Otro de las cuestiones que preocupa son "los graves problemas", a día de hoy vigentes, que se plasmaban en el plan de movilidad urbana sostenible de Ourense de 2012. Con especial incidencia en el "hábito de uso del transporte privado", que se visualiza en la entrada y salida de los centros educativos municipales, que suponen un riesgo para la seguridad vial.

También se hace referencia a la "inexistencia de infraestructuras" diseñadas para "disuadir" el tráfico motorizado del interior de la ciudad con aparcamientos en diferentes entradas.

Así como la "inexistencia de modelos alternativos de movilidad" tanto para el interior del núcleo urbano como en su conexión metropolitana con otros concellos limítrofes. La cifra los dice todo: un total de 282.500 viajes motorizados diarios.