El juicio contra el acusado de acuchillar a su mujer hasta matarla en el hospital de Ourense, el 8 de mayo de 2015, tras un intento previo perpetrado un mes antes en el domicilio conyugal de Verín, empezará casi por el final. Se ha reservado una fecha anterior al inicio programado de la vista, para practicar el informe forense relacionado con la autopsia de Isabel Fuentes (66) y las lesiones del primer ataque a manos de su presunto asesino, su marido, Aniceto Rodríguez Caneiro (77).

La Audiencia Provincial sitúa en el próximo martes 6 de junio la práctica de esta prueba pericial anticipada. Será 13 días antes del interrogatorio y el resto de las pruebas (testificales, periciales, documental y conclusiones finales), fijadas para la semana del 19 al 22 de junio. El motivo de este informe forense por anticipado obedece a que uno de los peritos se marcha días después al extranjero, para participar hasta agosto en una iniciativa de cooperación internacional.

El experto remitió un escrito hace semanas a la Audiencia Provincial. La Sala dio trámite a las partes para que expusieran su parecer. El fiscal propuso mantener la agenda de señalamientos y que el médico interviniera por videoconferencia desde el lugar de próximo destino, las Islas Malvinas. La acusación particular sugirió la opción de la prueba por adelantado y el tribunal ha resuelto en este último sentido, para evitar que un problema técnico con la comunicación a distancia obligara a suspender la sesión.

En los sumarios por casos graves como son los crímenes es requisito legal que intervengan dos forenses. La prueba por anticipado versará, en principio, sobre la autopsia de Isabel Fuentes (asesinada de una cuchillada) pero sobre todo sobre el primer intento del marido en el domicilio de Verín, golpeándola presuntamente con un martillo mientras veía la televisión, casi dormida, la noche del 1 al 2 de abril de 2015 (Isabel Fuentes quedó en coma). El análisis post mortem fue realizado por dos forenses, pero el de las lesiones fue obra exclusivamente del perito con estancia programada en el extranjero, por lo que su intervención es imprescindible. Por eso la prueba del día 6.

El Instituto de Medicina Legal (Imelga) también llevó a cabo un examen de las capacidades del encausado, para determinar si podía ir a juicio pese a las secuelas sufridas por el ictus desencadenado tras lesionarse con la misma arma con la que asesinó a su mujer. Los expertos resolvieron que Rodríguez Caneiro puede comprender a qué se enfrenta y, por tanto, ser juzgado. La exposición sobre este punto, de máximo interés para la defensa -dice que Rodríguez no es "consciente" de lo que hizo y pedirá la atenuante de trastorno mental transitorio-, se hará en el orden previsto. Aniceto Rodríguez Caneiro se sentará ese día en el banquillo por primera vez. Se enfrenta a peticiones de condena de 39 a 49 años de prisión, por delitos de intento de asesinato y asesinato consumado.

Isabel Fuentes murió desprotegida, pese a que la Policía Judicial había advertido a la juez del "peligro" que suponía no restringir las visitas del marido porque era el principal sospechoso de un ataque previo que intentó camuflar como un robo. La primera magistrada no vio indicios suficientes para poner el foco en él. Aniceto Rodríguez Caneiro (77) visitaba a su víctima con normalidad en el hospital de Ourense y durmió a su lado la noche que la remató. La mujer estuvo en Reanimación y, desde el 30 de abril de 2015, en planta. Evolucionaba bien, respondía a estímulos y estaba más cerca de volver a comunicarse. El acusado la acompañaba en la habitación continuamente. La víctima y su asesino presente. El día 8 de mayo de 2015, entre las 5:00 y 6:00 horas de la mañana, el septuagenario aprovechó que tanto ella como su compañera dormían. Con el mismo ánimo de matarla, le levantó el camisón y le asestó con un cuchillo de cocina que portaba al efecto, de 14,5 centímetros de hoja, dos puñaladas, una de ellas al corazón.