A los vecinos que sufren las molestias generadas por el intenso tráfico de la autopista no les sorprende la actitud de Audasa negándose a pagar las tasas que le reclama la Autoridad Portuaria. "Nunca se ha distinguido por su generosidad", afirma Anxo Iglesias, portavoz de la Asociación de Vecinos de Teis. Este colectivo y los que representan a la población de la parroquia redondelana de Chapela llevan décadas reclamando la instalación de medidas reductoras de ruido en este vial y la única respuesta de la concesionaria ha sido o bien el silencio o una mera declaración de intenciones. Pero esta vez albergaban cierta esperanza. A propósito de las obras de ampliación de los accesos y el puente, los residentes creyeron que la compañía aprovecharía la inversión para incluir esas medidas que rebajarían la contaminación acústica. Pero ahora que las obras encaran su recta final, ante la falta de noticias, los vecinos temen que de nuevo la concesionaria intente ahorrase el sobrecoste que supondría satisfacer sus peticiones. Con todo, entre las asociaciones no cunde el desánimo y los colectivos vecinales de Teis y Chapela han decidido actuar conjuntamente en todo lo concerniente a las demandas a Audasa. Fruto de esta alianza han solicitado una reunión con la Consellería de Infraestructuras con la que pretenden que su titular, Ethel Vázquez, "se implique" con las dos principales reivindicaciones a Audasa de los vecinos: por un lado, la conversión en urbano del tramo de la autopista entre las Torres de Padín y Vigo; y por otro, en la colocación de los dispositivos antirruido. "La Xunta tiene que presionar a Fomento y a su vez, este ministerio exigírselo a Audasa. Los vecinos no podemos seguir solos en esta batalla", razona Iglesias.