Desembolsó la primera, luego la segunda y en poco tiempo se sabrá si también la tercera. Audasa ha abonado una nueva multa impuesta por la Autoridad Portuaria por su rechazo a las tasas que la compañía estaría obligada a pagar por la construcción y actividad del puente de Rande. Por reincidir en el impago, esta segunda sanción se tipificó como "grave" con un importe de 120.000 euros, el doble que la primera. El Puerto está decidido a seguir adelante con este enfrentamiento con la concesionaria de la autopista AP-9 hasta que se avenga a "regularizar su situación", que pasa porque solicite una concesión administrativa como cualquier otra empresa que opera en terrenos portuarios, y apoquinar los cánones correspondientes. "Aunque sea a golpe de multas", advierte el presidente portuario, Enrique López Veiga, anticipando la tercera.

Los argumentos de este tercer expediente infractor contra Audasa serían idénticos a los esgrimidos en los anteriores. Por mucho tiempo que haya transcurrido desde la apertura al tráfico del puente de Rande (36 años), los servicios jurídicos de Praza da Estrela consideran que la última modificación normativa en materia tributaria -Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante- ofrece motivación suficiente para exigirle a Audasa el cobro de tasas por la ocupación de la lámina de agua del puente y la actividad que desarrolla en esta infraestructura. Por contra, la compañía se cree eximida de abonar dichas tasas en virtud de l.a ley de autopistas de 1973, el año del inicio de la construcción del viaducto.

Hasta ahora la gravedad de las multas habían ido en aumento. De "leve" la primera, la de 60.000 euros también pagados, a esta última, "grave" por reincidir, de 120.000. Sin embargo, la Autoridad Portuaria no tiene decidida la gradación de la tercera. En caso de formularse como "muy grave", la resolución del expediente correría por cuenta del Consejo de Ministros, lo que dejaría al Puerto sin posibilidad de ingresar otro cuantioso importe que sumar a los 180.000 euros que ya lleva recaudados con esta ofensiva. Así que no se descarta que para asegurarse otro ingreso más, la tercera multa a la concesionaria se imponga otra vez como grave.

Con lo que lleva pagado la compañía por las dos sanciones le daría para saldar las tasas portuarias correspondientes a dos años. Hasta le sobraría dinero. En sus declaraciones de los últimos meses sobre esta controvertida cuestión, Enrique López Veiga reveló que sus técnicos estimaban en unos 80.000 euros lo que Audasa estaría obligada a pagar a la Autoridad Portuaria en concepto de los citados cánones.

Una cantidad nada traumática para una empresa de ganancias multimillonarias. Según los últimos datos contables transmitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Audasa logró en 2015 su mejor resultado en cuatro años disparando su beneficio hasta los 45 millones, un 56% más que el ejercicio anterior. Un espectacular incremento en parte ayudado por el aumento del 5,5% de los ingresos del cobro de peajes, consecuencia a su vez de la subida del tráfico de vehículos en los diferentes trazados de la AP-9.

En cambio, tan firme se muestra la concesionaria de la autopista en su rechazo a pagarle al Puerto que la primera multa, tras perder el recurso presentado al expediente abierto y abonar el importe, acudió al juzgado de lo Contencioso. Con la segunda sanción ya ni siquiera se molestó en contestar al requerimiento portuario. La abonó y a continuación se fue directamente al mismo tribunal.

Desde diciembre de 2015, cuando sus directivos parecían dispuestos a pactar una solución, el Puerto no ha vuelto a tener noticias de Audasa. Y de continuar así, difícilmente volverá a producirse una nueva reunión en Praza da Estrela. Salvo que la justicia dictamine a su favor.