La Guardia Civil celebró ayer en la Comandancia de Ourense el 173 aniversario de su creación (13 de mayo de 1844). El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, quiso ensalzar la labor de agentes "que patrullan el terreno" y son "héroes de carne y hueso". El jefe del instituto armado en la provincia, el teniente coronel Manuel Novo Colldefors, hizo un repaso por la historia del cuerpo en Ourense. En sus inicios tenía poco más de 100 efectivos y en la actualidad suma cerca de 850, con más de un 90% de cobertura sobre un total de 912 plazas previstas para la demarcación.

El mando tiró de historia para relatar las primeras intervenciones de la Guardia Civil en Ourense -dependía de los ministerios de la Guerra y Gobernación-, como la detención de una madre que asesinó a sus dos hijos tras dar a luz, ocultándolos en una bodega, en Ribadavia. Ya entonces se informaba a los gobernadores civiles de incidentes públicos frecuentes "cometidos por paisanos en estado de embriaguez", que además se resistían a la autoridad, antaño llamado delito de resistencia al centinela. "Los cometidos del cuerpo no han variado sustancialmente: poner a disposición de las autoridades al que lo necesitase, mantener el orden público y denunciar infracciones", dijo en su discurso Novo Colldefors, quien emplazó a sus agentes a "conservar el prestigio del cuerpo".

El acto de aniversario celebrado ayer tuvo un momento especial para un grupo de 17 guardias de distinto rango, condecorados con una cruz al mérito por sus servicios. Mandos y autoridades judiciales entregaron las medallas salvo en el caso de un guardia que la recibió de su padre, también agente, con el saludo militar de rigor antes de fundirse en un abrazo.