C. G. L., que ya tenía antecedentes, fue a juicio ayer tres veces en el Penal 1 de Ourense, por un hurto y dos delitos de robo con fuerza. En dos de las causas respondió junto a un segundo acusado (uno en cada caso). Se conformó con 4 años y 3 meses de prisión por los tres.

A las 15 horas del 20 de mayo de 2013, él y otro acusado, I. G. M., fueron en una furgoneta a la estación ferroviaria de O Irixo y se apoderaron de varios raíles y una contraaguja que estaban depositados en el suelo. Valiéndose de un soplete y una bombona de gas, comenzaron a trocear el material en ocho fragmentos para así poder transportarlos en su vehículo y posteriormente venderlos como chatarra.

Cuando salían de la estación de O Irixo, los individuos fueron interceptados y detenidos por agentes de la Guardia Civil, después de que empleados de ADIF dieran aviso. El material sustraído valía 1.500 euros. Fue recuperado pero quedó inservible para uso al estar troceado.

El 31 de mayo de 2014, él y otra acusada, C. G. M. -también ella con antecedentes- , forzaron el acceso al recinto de almacenaje de una constructora y cargaron 23 postes de material de carretera. Ambos acusados fueron sorprendidos por la Guardia Civil. Ese mismo día, el varón se dirigió a otra empresa, en O Carballiño, y tras forzar la puerta se apropió de vigas y chatarra. El tercer delito de la jornada llevó al hombre a una empresa de desguaces. Allí saltó el muro y se apropió de diverso material de chatarra.

El acusado también asume un robo con fuerza, el 30 de septiembre de 2013, en una nave de Maside. Se llevó 28 piezas de dos máquinas, 11 rejillas y diversas herramientas. Vendió todo en una chatarrería.