El presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín, quiso rebajar ayer la alarma suscitada con la aparición de zonas con espuma, y aunque reconoce que "estamos trabajando para mejorar la situación del Barbaña", explica que esa espuma se produce y aflora a la superficie, por "el bajo caudal del río". En este sentido concreta que en la mayoría de los casos "las casetas de control que existen no detectan estas espumas", aunque por parte de la CHMS se llevan a cabo los correspondientes pruebas una vez que se aprecian en el cauce del río.

Otra de las cuestiones en las que incide Marín está relacionada con la depuradora del Concello de San Cibrao das Viñas, y todo el proceso de depuración, debido a la existencia de dos polígonos empresariales y la actividad industrial que existe.

Es por eso que el objetivo a corto plazo es "realizar las mejoras que están contempladas", y que tiene como prioridad que la depuradora de San Cibrao "tenga una mayor capacidad", aunque advierte que se deben realizar controles de la utilización que hacen algunas empresas de productos químicos que de verter directamente al río pueden ser letales, en clara referencia a la mortandad masiva de peces en el Barbaña, y que se encuentra en la vía judicial.

Lo que quiere dejar claro Francisco Marín es que por parte de la Confederación Hidrográfica se "actúa con diligencia" cuando se produce cualquier tipo de incidencia, además de tener diseñada un programa de actuaciones para el Barbaña.