El vicepresidente de la compañía, Luis Caramés, fue el encargado de explicar unos datos económicos que revelan el "giro que se experimentó en seis meses", que permitió cerrar una "tendencia equivocada de los últimos 5 años" con un alto coste. Y reconocer que las pérdidas de 10 millones que se fueron generando "supusieron un lastre muy grande".

Pero lo importante es que "se pasó de una gestión nefasta a un equipo motivado", como así lo ponen de manifiesto los resultados económicos de un segundo trimestre que para Caramés permite que la compañía "vuelva a ser competitiva", además de enfatizar en que "se mejora el comportamiento de ventas y beneficios por encima de la media de España".

En cuanto a las claves de ese cambio, se concreta en la mejor del plan de compras y suministros, en la logística, y distribución, junto con la estrategia y rentabilidad de las tiendas. Pero también en la estrategia internacional. Se trataba de "reducir el riesgo en el mercado España", y se puso el foco en "crecer donde lo hacen los mercados", con una resultados que califica de "muy buenos". Se trata de implantar una "internacionalización flexible", indicó.

La compañía cuenta en la actualidad con 1.300 empleados, de los que más de 600 desarrollan su actividad en Ourense. Además, el director de control de gestión, Antonio Puente, reconocía "negociaciones" con los 50 trabajadores de las líneas de e-commerce y línea U de Madrid, para su recolocación en la central en Ourense. El mensaje final de Caramés es que Adolfo Domínguez es "moda asequible y de autor" que sigue teniendo su principal mercado en España.