La intervención policial del miércoles fue ayer protagonista de los corrillos de los vecinos en la calle y en los portales, y también tema de conversación en los establecimientos del barrio. "La educación no está reñida con el dinero y el comportamiento de la gente es clave", señalaba en uno de esos corrillos el vecino de un edificio próximo al albergue Dignidad. Los vecinos aseveran que se producen peleas nocturnas y ruidos a horas intempestivas, que "cantan muy alto" y "faltan al respecto", aunque admiten que no es un comportamiento que se produzca a diario. En general, coinciden en que la presencia de los usuarios del albergue les provoca una "incomodidad" y algunos se sienten más "inseguros". "La zona ha perdido valor, si quisiésemos vender nuestro piso no podríamos porque la gente no querría mudarse aquí", coincidieron en señalar otros dos vecinos. Incluso critican que la presencia de la nave con enseres provoca que durante todo el día los contenedores estén repletos de desperdicios de comida y muebles por lo que no tienen ni espacio para depositar su basura. "Que tiren las cosas al contenedor por la noche", pide una vecina. "Que se vayan, hay muchas naves por ahí vacíos", apunta otro.