Algunos de los precios de concesión de concursos municipales suponen un freno para las empresas del sector a la hora de presentar ofertas. Eso ha ocurrido con el concurso de la cafetería de Pozas Maimón en las orillas del Miño, que pese a tener un diseño e instalaciones modernas en un entorno idílico y próximo a las termas de Outariz, lo que garantizaría afluencia de clientes, quedó desierto.

Una de las razones, fue el precio de salida, con un canon anual de unos 30.000 euros, excesivo según esgrimieron algunas firmas interesadas. Sin embargo la solución en estos casos no es bajar el precio "no se nos permite rebajar el precio a nuestro criterio, pues el canon anual que se le exige a las empresas que concurren por ejemplo a explotar una cafetería del Concello, lo establecen los técnicos basándose en criterios como el precio de mercado, el coste de la obra o la ubicación en la que se encuentra" explica el concejal Pepe Araújo.

Algo parecido ocurrió con la cafetería de Parque Miño, también desierta, pese a que el canon anual era muy inferior, o la Plaza de Abastos de A Ponte, que quedó también desierta en dos ocasiones por el precio del canon anual por encima de los 50.000 euros, más mobiliario que ninguna empresa quiso asumir.

Más de quince concurso para dotar en régimen de alquiler local para asociaciones vecinales quedaron también desiertos por las estrictas condiciones que se exigen.

"Llevamos dos años luchando con cada servicio y poco a poco irán saliendo; tratamos de poner todo en orden , pues cuando llegamos al Concello, solo soy en mi área me encontré media docena de servicios en precario; algunas ya fueron resueltas otras aún no; el proceso es lento porque queremos hacer todo con la máxima cautela para que la tramitación no pueda paralizarse por cualquier tipo de fallo o denuncia" indica Araújo.