María Belén Rodríguez (57) participaba en reuniones de grupos sectarios "no destructivos" -ni inducen al suicidio ni a autolesionarse-, que predicen el fin del mundo. Un apocalipsis del que se salvaría Galicia. A principios del mes de abril, la mujer viajó a Barcelona a una de estas citas y regresó, según su entorno, "rara", con un comportamiento errático que despertó las primeras alarmas. Cuatro días antes de su ausencia dio un curso en Arnoia, donde aseguró que llevaba cuatro días sin comer porque "sería mi perdición". Dijo a su vez que se sentía perseguida y que no podía volver a casa, lo que despertó la preocupación de los alumnos.

La última vez que la vieron, el viernes 7 de abril, la ourensana reflejaba un estado de enajenación. A preguntas de los periodistas ayer, el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, confirmó que los investigadores "estudian la posibilidad" de que la vinculación al grupo sectario pudiera haber "condicionado" su estado y su marcha aún por esclarecer. "Previamente no tenía ningún problema, que se supiese", completó el máximo responsable de las fuerzas de seguridad en territorio gallego.

El último testimonio del día de su ausencia la sitúa yendo de la Plaza Mayor hacia el Xardín do Posío a las 20 horas, según explicó ayer la comisaría de Ourense. La última declaración amplió el radio de búsqueda en la ciudad, con la moto acuática de Protección Civil y agentes en los dos márgenes del río Miño (ayer, entre A Chavasqueira y O Tinteiro), más el rastreo con dos guías caninos en la zona de Bemposta. También estaba previsto que el helicóptero de la Policía sobrevolara la zona, desde la estación de autobuses y en torno a la carretera de Vigo. No fue posible por la amenaza de lluvia.

La búsqueda de alguna pista de María Belén se extendió a otra de sus ocupaciones en el pasado, como brigadista contra incendios. En la zona de Montemeda (Xunqueira de Espadanedo) se ubica la caseta de la unidad. La coordinadora del distrito forestal 12 asumió la tarea. A la Guardia Civil le corresponde el rastrreo en Trives, donde tiene una casa rural que no abrió en Semana Santa.