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Antonio R. Miranda: "Hijos y nietos de emigrantes son también gallegos en el exterior y si vuelven mejorarán la demografía"

Rodríguez Miranda destaca la situación de vulnerabilidad de muchos emigrantes gallegos en Cuba, Venezuela o Argentina

Antonio Rodríguez Miranda, en el acto de ayer en Ourense. // B.Lorenzo

Antonio Rodríguez Miranda (Allariz, Ourense 1967) suma ya cinco años como secretario xeral de Emigración de la Xunta, esa Galicia en la diáspora que aglutina a más de 500.000 personas residentes en los cinco continentes, pero censadas en los distintos municipios de Galicia. Argentina y Cuba son los dos países que tienen un mayor censo de residentes con nacionalidad española y solo cubanos en Ourense hay más de 12.000. Cuba ha sido la gran sorpresa debido también a la situación económica en la isla algo común a países como Venezuela donde la convulsa situación pollita y social está disparando las solicitudes de nacionalidad.

- Al menos uno de cada tres ourensanos residentes en el exterior no nacieron aquí y la mayoría ni siquiera pisaron Galicia. ¿Son gallegos de pleno derecho?

-Para nosotros todos ellos son gallegos en el exterior, pero en efecto no son los emigrantes originarios que un día partieron, aunque nuestra labor tiene que seguir siendo la de darles apoyo y que no se pierda ese vínculo que generan las familias con Galicia y que sus descendientes mantiene. También esos jóvenes son incluso vínculos de promoción de Galicia en el mundo, desde sus empresas, sus escuelas las universidades en las que estudian. Pero además si conseguimos darles una oferta atractiva aquí, que se produzca esa emigración de retorno y que vuelven a Galicia, podrían ser también esa renovación demográfica que tanto necesitamos. Sería el viaje a la inversa.

-¿En estos momentos qué comunidades de gallegos en el exterior están en una situación más perentoria y exigen más recursos de la Xunta?

-Por número de gallegos residentes serían Argentina y en estos momentos Venezuela y Cuba. En el caso de Cuba y pese a haber vencido el plazo excepcional de petición de nacionalidades española que brindaba la Ley de Memoria Histórica para los descendientes de emigrantes en el exterior (plazo que remató en 2011), se siguen tramitando todavía, porque la demanda fue tan grande que cada mes se producen 2.000 nuevas nacionalidades en toda España.

-¿Cómo se reparten esas ayudas desde la cartera de Emigración que usted dirige?

-De muy diferente forma. Por ejemplo las comunidades de gallegos en países de Europa no tiene demandas de tipo social económico para alimentos son más bien para actividades culturales, o de publicaciones de las hermandades. En los casos de gallegos en mala situación económica, en lugares como Venezuela en estos momentos se están dando muchas ayudas de tipo social de apoyo en centro de días que ponen en marcha las propias hermandades También hacemos recogida de medicamentos en Galicia para luego hacer entrega en las comunidades. En algunos casos damos ayudas individuales para emigrantes gallegos pues también hay casos de necesidad y ellos fueron muy generosos con Galicia.

-Tras estas jornadas interculturales en Ourense, toma un avión de inmediato rumbo a Cuba. ¿Cuál es el motivo de este viaje a la isla?

-Tengo un encuentro con el nuevo embajador de España en Cuba, que acaba de tomar posesión hace dos días y con las autoridades para retomar contactos y ayuda en el ámbito social. También aprovecharemos para presentar programas como nuestras becas de excelencia para la juventud gallega en el exterior, o para visitar comunidades de gallegos en núcleos como Camagüey o Santa Clara.

-¿De qué cuantía son las ayudas económicas?

-Las que brindamos a título individual pueden ser ser de hasta 200 euros, que en caso de Cuba es un salario anual y puede ayudarles a cubrir muchas necesidades. Pero hay que ver siempre la emigración gallega al exterior, con generosidad. Ellos fueron los artífices de las primeras escuelas, centro culturales, que abrían en sus centros de origen y daban formación a quienes no podían acceder a ella. Es normal que le demos una pequeña parte de lo que nos dieron.

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