La fiscal mantiene su petición de 4 años de cárcel para Julio F. G. (66), juzgado ayer por dar presuntamente una patada a un vecino más joven, D. D. H. (23), que perdió un testículo. El acusado alega que se lo quitó de encima "con el pie", sin saber "qué pasó", ni ser consciente de haberle causado un daño grave. Rebaja lo sucedido a un golpe fortuito. La víctima, cuyo abogado eleva la petición de prisión a 6 años, aseguró ayer en la vista que el sexagenario le dio una patada después de que se bajara de su furgoneta para afearle un golpe de raqueta en la parte trasera del vehículo y que los perros con los que iba entorpecieran el paso.

Los hechos se remontan al 26 de julio de 2015 cuando el acusado, que acudía a desbrozar una finca por la carretera de San Esteban a Vilamoure, en Punxín, se encontró con el joven, que iba en furgoneta. Presuntamente, el hombre golpeó con una raqueta el coche y cuando el joven se bajó le dio una patada, después de que este le hubiese recriminado que sus perros entorpecían el tráfico.

El acusado de un delito de lesiones defiende que solo dio un toque al vehículo con la raqueta. El conductor "se bajó muy nervioso y enfadado", lo agarró de los pelos y lo tiró al suelo. Julio F. G. califica lo ocurrido como "una desgracia tremenda" que no pretendía, y dice tener "especial consideración" a la víctima. "Esto va a estar en mi conciencia toda la vida", lamentó además. Según su versión, "intentó quitarse de encima" a la víctima "pataleando", y tratando de que nadie se hiriera con los aperos de labranza que llevaba al hombre. Sintió "miedo" en la situación, según manifestó ayer.

La víctima admitió haberse bajado del vehículo tras sentir el golpe con la raqueta, pero sostiene que al llegar a su altura el sexagenario le dio una patada "fuerte" con la pierna derecha. A los 2 o 3 minutos empezó a sentir dolor y tuvo que detener el vehículo. Avisó a su padre y fueron al médico. Derivado al hospital de Ourense, le detectaron un traumatismo testicular izquierdo, con rotura, que le mantuvo hospitalizado 3 días y del que tuvo que ser operado.

Las peticiones de cada parte

La acusación particular aportó ayer un informe psicológico. La víctima jugaba al fútbol y lo dejó porque le daba vergüenza que en el vestuario "todos me miraran". La Fiscalía solicita 44. 000 euros, en concepto de secuelas, más 1.650 por los días de incapacidad. La acusación particular, que pide una pena más elevada al creerla justificada por el hecho de que el encausado sabía taekwondo, cree que el perjudicado debe recibir 73.000 euros. Al Sergas le corresponderían más de 3.000.

En el trámite de conclusiones, la fiscal ha visto acreditada la agresión, rechazando que se trate de un golpe fortuito, como alegó la defensa. La acusación recordó que, según el instructor de la causa, Julio F. G. "tuvo numerosos altercados con vecinos del pueblo, hasta 11" además de ser un "experto en artes marciales". También esgrimen que los propios vecinos de Punxín realizaron una recogida de firmas para denunciar supuestas "escenas violentas y amenazantes" por parte del acusado. Un amplio grupo de vecinos asistió ayer al juicio celebrado en la Audiencia Provincial.

Por su parte, la defensa pidió la libre absolución al entender que se trata de un "caso fortuito" y que el agresor no tuvo intención de golpear. Para refrendar su afirmación el letrado argumenta que el joven se acercó a él de forma "violenta" y que después hubo un forcejeo entre los dos. En su derecho a la última palabra, el acusado alegó que hace "más de 10 años que no realiza taekwondo" y subrayó que "nunca" se ha tomado la justicia por su mano.