Tras cinco días de trabajo intenso en la lucha contra los incendios forestales, las brigadas pudieron tomarse ayer un respiro tras quedar extinguidos los fuegos de Melón y Vilariño de Conso. No obstante, el riesgo sigue siendo elevado y se mantiene la suspensión de quemas agrícolas y forestales. Precisamente, un hombre fue imputado por un fuego en Maceda que se inició por una quema que se llevó a cabo "sin "las debidas precauciones".

Las altas temperaturas y la sequía han provocado en pleno mes de abril una oleada de incendios más propia del mes de agosto y balance de 450 hectáreas ardidas sólo en este último mes y más de 700 en lo que va de año en Ourense.

Medio Rural declaró extinguido el incendio de Melón a las dos de la tarde de ayer. El fuego comenzó a las 16.30 en Quins por la combustión de un turismo en el punto kilométrico 259 la A-52, dirección Vigo. Las llamas se extendieron por el monte y en su extinción trabajaron cuatro agentes, 11 brigadas, cuatro motobombas y cuatro helicópteros. A las 22.50 horas del martes quedó controlado y totalmente extinguido ayer al medio día, con un resultado de 22 hectáreas de superficie forestal calcinada.

También quedó extinguido de madrugada un incendio que afectaba a Vilariño de Conso, parroquia de Chaguazoso. Este fuego comenzó en la medianoche del martes y quedó completamente apagado a las 5.22 horas. En poco más de cinco horas, las llamas calcinaron 29 hectáreas. Esta estimación fue rectificada por Medio Rural ayer por la tarde, ya que inicialmente había cifrado en 50 el número de hectáreas afectadas por el incendio. En su extinción trabajaron tres agentes, cuatro brigadas y una motobomba.