Un "fistor" es en ese gallego tan rico como inexplorado un vate popular, el que recita sus poemas en público. Con esa misma humildad tituló el ensayista, investigador y poeta Xesús Alonso Montero, su libro "Versos de un fistor republicano, marxista, ateo e un poco epicúreo" (Edicions Xerais) presentado anoche en el Liceo de Ourense, y que recoge la antología poética desde 1963-2016 del académico y miembro del Consello Galego da Cultura. Un autor, subraya, cuyos primeros versos, no nacieron durante la etapa de formación académica sino en su origen carismático de hombre de aldea.

El libro fue presentado oficialmente ayer en Ourense en un acto que contó como invitados con Manuel Peña Rei, Alfonso Vázquez Monxardín, Luis "Ferreiro", y con el editor Manuel Bragado.

Según explica la propia editorial este "en este libro de poemas, antología de la producción lírica de Xesús Alonso Montero desde 1963 hasta 2016, el autor ejerce de "fistor", de "vate popular" pero elevando la poesía que bebe de las s fuentes del cancionero popular de tradición oral a la condición de literatura culta".

Como señala el propio Alonso Montero este es "un autorretrato personal" y el objetivo final del imparable ensayista y prolífico autor, "aconturbar o capital".

Las composiciones, de temática variada, como el propio título indica, están escritas "desde la concepción que las clases subalternas tienen de las cosas y de la sociedad" explican la editora.

Son un refundido de su ideología comunista y militante "Versos antifascistas, versos contra la corrupción, el capitalismo y la monarquía, versos sobre lengua y literatura, versos de amistad y agradecimiento, versos de homenaje a republicanos ejemplares, loas al vino, a la música".

El autor de una frase que es su máxima, "no hay ética sin estética" vuelve a convertir este trabajo recopilatorio no solo en la expresión de la lírica inspirada en el origen, es decir de la estética onírica y sentimental de los orígenes sino en la "ética" en la que devino el hombre, e una vez conocidos los diferentes caminos de la dialéctica política, y tras optar por aquel por el que había de seguir sus pasos, la militancia antifascista.