J. L. P. G. fue a juicio por causar presuntamente lesiones a su expareja y exsocia. Según ella, tras impedirle usar el ordenador de la academia que compartían, el hombre le arrojó una caja de lápices, un bote de corrector y una tarjeta. La mujer aportó un parte de lesiones compatible con los objetos que supuestamente le había tirado el hombre, pero el juez no ve pruebas de que se produjera una agresión, más allá de la "conflictiva" relación que mantenían.

Además, la mujer denunció el uso reiterado de "puta" en una conversación, cuya transcripción aportó. También facilitó el audio. El juez no ve insulto porque la palabra fue traducida de la inglesa "fucking", un vocablo "que sirve para enfatizar otro; su traducción sería jodidamente". Cree que ese es el sentido que el hombre quería darle.