El año pasado, los centros psicotécnicos de la provincia de Ourense realizaron unas 24.400 revisiones a conductores para medir sus aptitudes psíquicas y físicas. Unos mínimos para poder ponerse al volante sobre los que la Fiscalía e investigadores de la Guardia Civil han puesto el foco en los últimos años, para evitar cierta permisividad de algunos centros. Según datos de la Jefatura Provincial de Tráfico, el 57% de las revisiones, es decir, unas 14.000 -la media nacional es mucho menor, del 44%-, resultaron aprobadas pero con alguna restricción para los titulares de la licencia (la mayoría por necesidad gafas o audífonos). Otras limitaciones frecuentes son la vigencia reducida del carné de conducir a 1 o 2 años -para que las evaluaciones midan la evolución de una enfermedad o el posible deterioro de la edad-, restringir el radio de circulación a escasa distancia del domicilio -entre 10 y 50 kilómetros-, circular exclusivamente de día -el caso de conductores con algún problema de visión-, limitación de la velocidad u obligatoriedad de conducir con un espejo interior panorámico (sobre todo, si el usuario presenta un déficit auditivo).

Las patrullas de la Guardia Civil son observadoras. En su labor de vigilancia han de afinar cuáles son los síntomas de una conducción bajo la influencia de alcohol y drogas, o cuál puede ser consecuencia de una afectación psicofísica, como parece haber sucedido con el caso del "sin carné" interceptado en la autovía A-52.

257 deben ir al especialista

En 2016 Tráfico retiró 48 carnés por merma de facultades. "Hay otros muchos expedientes más en trámite", dicen en la DGT. Además, los psicotécnicos interrumpieron 257 informes, en los que la renovación del carné dependerá del informe de un especialista.