Las diferencias que mantienen el Concello y la sociedad estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes) relativa a la liquidación de las obras de la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Reza, relacionadas con la liquidación de la construcción de la nueva infraestructura estarían en fase de resolverse después de que en las últimas reuniones de la comisión de seguimiento el gobierno municipal rechazase aceptar el planteamiento de abonar algo más de un millón de euros para asumir los costes añadidos.

Así, la propuesta en la que se pretende avanzar contempla que el Concello asuma algo más de 300.000 euros, que estarían directamente relacionados con los costes derivados por las obras para la instalación de una nueva línea de alta tensión que suministra la nueva depuradora, con una inversión por encima de los 1,5 millones de euros que asumió el Ministerio de Medio Ambiente, a través de Acuaes.

Y aunque por parte del gobierno municipal se mantiene que "no hay acuerdo", como así lo reconocía el edil de Medio Ambiente, José Araújo, según los datos de que dispone FARO, una conversación entre el alcalde, Jesús Vázquez, y la directora territorial de Acuaes para Galicia y Asturias, Isabel Pérez Espinosa, habría abierto el camino del acuerdo que se puede concretar en la reunión que volverá a celebrar a finales de marzo la comisión de seguimiento de la depuradora, y en la que está previsto que se resuelvan las diferencias en lo que a la liquidación se refiere.

Así, mientras Araújo se limita a señalar que en estos momentos "se está ajustando la liquidación", que afecta a varias cuestiones, la realidad es que el punto de desencuentro surge con la modificación del proyecto de suministro eléctrico a la nueva infraestructura, que afecta a la línea de alta tensión. Sobre esta cuestión, el encarecimiento de las obras inicialmente previstas, que formaban parte del convenio firmado entre Concello, Acuaes y Xunta, se debe a que la empresa Unión Fenosa, que en un principio estaba de acuerdo con lo que se plasmaba en el proyecto, lo cambió, con lo que eso supuso una mayor inversión.

Cambios

Para rebajar esa cuantía económica que en un principio se le reclamaba por parte de Acuaes al Concello, y que se quede en algo más de 300.000 euros, afectaría a la instalación de tele control de la propia depuradora. Un sistema que permite el control a distancia del funcionamiento de la instalación.

Una cuestión sobre la que no hubo pronunciamiento por parte del responsable del área de Medio Ambiente, alegando que se trata de una cuestión técnica que deben analizar tanto los técnicos municipales como los de Acuaes, juntamente con la empresa que gestiona el funcionamiento de la nueva depuradora, que se prolongará por espacio de un año.

Sobre esta cuestión, Araújo explica que durante el periodo en prueba "se trabajará con el personal de las empresas constructores -una UTE- y con el que estaba anteriormente", y una vez concluya ese periodo asumirla al empresa concesionaria del servicio municipal de aguas, en este caso, Viaqua.

Pero advertir que en 2018 caduca la actual concesión del servicio, por lo que se debe proceder a convocar un nuevo concurso para adjudicar el servicio de aguas.