Los niños fueron ayer los grandes protagonistas del carnaval que hoy explosiona en toda la provincia. Los centros educativos organizaron fiestas de disfraces y en Xinzo se celebró un desfile multitudinario en el que participaron alrededor de 1.500 alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria de toda la comarca, profesores y padres que, en conjunto, formaron una comitiva de unas dos mil personas, según el edil de Cultura, Luis Miguel Gil, recorriendo las calles de Xinzo.

Es el segundo año consecutivo que se celebra este desfile en la capital limiana, al que también se suma Cualedro. El edil explica que los colegios de la villa llevaban años celebrando este desfile, con el que se vuelca toda la localidad. "Por eso se nos ocurrió el año pasado invitar a todos los centros educativos de la comarca, porque aquí hay muchísimo público y los niños lo viven con más intensidad", explica.

Desde las 11.30 horas las calles se llenaron de música y color. Cinco charangas y la música de las comparsas escolares acompañaron el desfile, que recorrió las avenidas de Ourense y Madrid para finalizar en el CEIP Rosalía de Castro, donde se celebró una gran fiesta. Antiguas civilizaciones, trajes de época, cocineros, prehistóricos, emoticonos... Todo tipo de figuras y personajes cobran vida en el carnaval.

En la capital de As Burgas, los colegios también celebraron fiestas de disfraces. La escuela infantil del campus también se suma a esta tradición, organizando un desfile por el parque y una fiesta en la que todos los padres están invitados. Ayer recrearon el antiguo Egipto y los pequeños desfilaron con total solemnidad.

Al caer la noche, las charangas tomaron el control de la ciudad. Os Caliqueños, Támega, Riau Riau, Trópico de Grelos, Dr Antxoa, Noroeste, Alambique y Mekánica pusieron música a la primera gran noche del Entroido, que arrancó con una batucada desde la Praza Maior al Posío.