El grupo Scout Ilex de Ourense apenas tiene año y medio de vida. Nació en octubre de 2015 bajo el paraguas de un modelo educativo basado en la igualdad, la tolerancia, la actividad al aire libre y la defensa del medio ambiente, que es la base del escultismo mundial. Sin embargo, su coordinador, Xulio López, explica que todavía existen muchos prejuicios en la ciudad alrededor de este movimiento. "Mucha gente cree que somos religiosos, militaristas o espartanos", apunta, cuando la realidad es bien distinta: "Somos un grupo laico e integrador, no tenemos ninguna conexión con la religión ni con ninguna ideología política; no somos militaristas ni andamos con uniformes, bandas y medallitas".

El único uniforme que lucen los scouts ourensanos es un polo con el emblema del movimiento mundial, una flor de lis, "y nada más, vamos por la vida intentando construir un mundo mejor". Además de las actividades que organizan los sábados en la Casa da Xuventude, y que a partir de marzo se trasladarán al local propio que la asociación ha alquilado en San Francisco, los scouts Ilex salen de acampada tradicional, con tienda y mesa de madera que montan ellos mismos.

"No somos duros como alguna gente piensa, aquí prevalece la seguridad pero no siempre el confort", explica Xulio López. De hecho, apunta que muchos de los niños que se han sumado al movimiento scout en Ourense nunca han hecho una tarea en casa y mucho menos montar una estructura de campamento. "A veces hay que enfrentarse a las dificultades y uno de nuestros lemas es estar siempre listos y previstos para lo que pueda pasar".

Fregar, limpiar e incluso cocinar, "sin segregación por sexos", puntualiza, son tareas que los niños scout realizan con naturalidad. "Los padres están encantados, claro, porque de repente hacen algo en casa que antes no hacían".

Alejado de la vida militar que sí practican otras organizaciones igualmente federadas al movimiento scout, el grupo Ilex de Ourense, integrado en ASDE-Scouts de Galicia, se rige por un código moral basado en el compromiso personal de ser mejores y ayudar a los demás, y ser leales y honestos. "Es un código muy simple pero poderoso como herramienta educativa, a los niños les gusta sentirse de esa clase, piensan 'soy scout y por lo tanto debo comportarme de tal manera".

El grupo, abierto a niños de 8 a 14 años, tiene 54 asociados y diez monitores voluntarios.