Un vecino de la localidad de Borrenes, en la provincia de León, interpuso ayer una denuncia ante el Obispado de Astorga en la que acusa a un cura, que actualmente presta sus servicios en Veigamuíños, O Barco de Valdeorras, por presuntos abusos durante su infancia.

El afectado, Emiliano Álvarez, apunta que los hechos acontecieron cuando tenía apenas 10 años y Ángel Sánchez inició los tocamientos. Siempre de noche, cuando ya todos los escolares internos estaban en cama. Asegura que eran habitaciones de mucha gente,con unos 80 niños aproximadamente. Explica que llegaba con una luz, le bajaba las sábanas y los pantalones, y "te tocaba".

Asimismo, señala que él no fue el único, a pesar de que nunca se habló entre los escolares, pero se sabía porque "a veces nos quedábamos fuera fumando, y al ver venir la luz nos metíamos en cama y mirábamos. Veías que la luz se paraba en los otros habitáculos". Por ello Álvarez cree que muchos otros nombres podrían relucir ahora, porque no era solo aquel cuarto sino que había más, y que eran unos 300 niños.

Asegura que los abusos duraron dos años y medio, hasta que en octavo de EGB se escapó del seminario, pero cuando volvió un día después, desde el internado decidieron expulsarlo apelando a que no se sabía el nombre del cura de su pueblo y que no asistía a misa.

Los hechos que relata dice tuvieron lugar a finales de los 70 en el Seminario Menor de San Juan, en La Bañeza.