Prácticamente uno de cada cuatro alumnos de Educación Primaria tiene problemas con las matemáticas y sortear este bache podría evitar situaciones de fracaso escolar en el futuro. Investigadores del grupo de Psicología Evolutiva de la Educación HI9 de la Facultad de Ciencias de la Educación del campus de Ourense llevan años estudiando las dificultades del aprendizaje y parte de sus avances se han publicado ya en revistas científicas de impacto internacional.

Los últimos resultados permiten establecer perfiles entre los niños que suelen presentar dificultades en el dominio de las matemáticas. El equipo de docentes define tres grupos, los niños con trastorno por déficit de atención y/o hiperactividad, alumnos con dificultades en el aprendizaje de las matemáticas y los que presentan un bajo rendimiento. Estas conclusiones abren un nuevo camino en el ámbito de la docencia ya que introducen la posibilidad de incorporar fórmulas de aprendizaje específicas para el tratamiento educativo de los niños con dificultades en el conocimiento de las matemáticas.

El equipo de investigación dirigido por el docente y psicólogo Valentín Iglesias Sarmiento ha realizado ya 300 evaluaciones entre estudiantes del segundo ciclo de Primaria de colegios de Ourense y su objetivo es llegar a las 600, ampliando el estudio al resto de alumnado de esta etapa educativa y al último curso de Infantil, en el que los niños empiezan ya a trabajar con números. Junto a Iglesias Sarmiento trabajan activamente en este proyecto el catedrático Manuel Deaño, y las investigadoras Ángeles Conde y Sonia Alfonso.

El grupo logró financiación de la convocatoria INOU 2016 para llevar a cabo un "Estudio sobre las variables implicadas en el fracaso escolar de los estudiantes ourensanos de Educación Primaria" y ya se han publicado los primeros resultados en dos revistas científicas.

En todo caso, precisa el investigador principal, "el grupo tiene una visión más amplia y queremos trabajar durante más tiempo". Focalizar el problema en edades tempranas y observar los progresos en las siguientes etapas educativas es uno de los objetivos del equipo.

En el estudio de las variables que llevan al fracaso escolar en matemáticas no se cuestiona si la enseñanza de esta disciplina en los colegios es la adecuada, explica Valentín Iglesias. "No analizamos si se imparten bien o mal, pero sí vemos que no todos los niños presentan las mismas fórmulas de aprendizaje y que existen demandas específicas". Un niño con trastorno por déficit de atención y/o hiperactividad (TDAH) habitualmente presenta problemas en las habilidades ejecutivas, un déficit que se concreta en los procesos de planificación y atención. En cambio, los niños con dificultades en el aprendizaje de las matemáticas muestran un rendimiento menor en planificación y en el sistema de procesamiento. "Hay formas de razonamiento habitual, por ejemplo, que no son adecuadas para los niños autistas. Lo que nos proporcionan estos datos son fórmulas de trabajo específico", explica el investigador principal, que defiende la importancia de tejer una línea de colaboración entre la facultad y la escuela, y viceversa.

Respecto a las líneas de intervención, explica, "hablamos de niños con problemas importantes y diversas formas de intervención, una que no altere la estructura habitual del aula, y otra más individualizada; dependiendo de las dificultades iremos incidiendo en estos aspectos y atendiendo a los niños en función de perfiles".

El aprendizaje de las matemáticas, apunta Iglesias Sarmiento, es "acumulativo y tiene una repercusión en la resolución de problemas o aspectos de la vida diaria". De ahí la importancia de "ir cada vez más atrás" y ampliar el estudio a los niños de Infantil. "Queremos buscar dónde están los problemas e intentaremos seguir a estos niños durante años para estudiar el progreso y qué aspectos que se presentan de forma temprana tienen una influencia posterior", apunta. El objetivo final sería establecer propuestas de intervención "que deberíamos trasladar a los centros para que trabajen con estos niños porque la idea de este estudio es que estos alumnos mejoren", explica el docente.

En todo caso, no es una tarea fácil porque introducir este tratamiento educativo en aulas con niños que presentan estos perfiles "necesita recursos, profesionales que lo lleven a cabo. Los profesores y orientadores con los que hablamos reciben muy bien esta información y tenerla ayuda, pero hacen falta recursos".