Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil detectaron ayer a un conductor que circulaba a 206 kilómetros por hora por la autovía A-52, en el puerto de A Canda. El turismo, un Volkswagen-Passat, es un vehículo adaptado para conductores con discapacidad física y el infractor tiene una pierna protésica, lo que limita la velocidad máxima en autovías a 100 km/h.

Los agentes instruyeron por lo tanto un atestado que será enviado al juzgado para la celebración de un juicio rápido por presunto delito contra la seguridad vial.

El conductor es A.A.Q.V., vecino de Santiago de Compostela, que circulaba por el punto kilométrico 115 en sentido Vigo, a las 16.00 horas.

La Guarida Civil recuerda que cuando la velocidad supera en 60 kilómetros por hora en vía urbana o en 80 en vía interurbana a la máxima permitida, el Código Penal lo tipifica como delito y es castigado con la pena de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, además de privación del derecho a conducir vehículos a motor entre uno y cuatro años. En este caso, el conductor duplicó la máxima autorizada por su condición física, por lo que se le instruyeron diligencias en calidad de investigado.