También volvió oírse ayer la voz de Benito Gallego, último alcalde republicano de Ribadavia y miembro de Izquierda Republicana, gracias a la presencia en este homenaje de su sobrino nieto, Francisco Bouzas. Benito Gallego fue, junto con otros cuatro vecinos, el primer encadenado en la provincia por los militares. Un 20 de junio de 1936 se dirigió al Gobierno Civil de Ourense a saber qué ocurría tras el alzamiento militar. Ya quedó preso y fue fusilado el 9 de febrero de 1937.
Fidel Blanco Leboso
Este trabajador de la industria de la madera era secretario de la Casa do Pobo. Fue detenido en los primeros días posteriores al alzamiento. Tenía 25 años cuando fue asesinado. Dejó viuda y un hijo que emigró a Venezuela y nunca quiso volver a la tierra que le arrebató a su padre. Anxo Collarte, su sobrino nieto, recordó ayer su historia.
Benito Quintas
Odette Pérez, nieta de Benito Quintas, recordó a este vecino de Quins, agricultor que a su regreso de la emigración en California se unió a movimientos obreros y solidarios. Tras el golpe estuvo huido. Los golpistas apresaron a su mujer para que se entregara, cosa que hizo en la confianza de que nada ocurriría. Cayó preso y fue fusilado.