Utilizaba un coche marca Volkswagen con una matrícula holandesa que presuntamente había manipulado con la intención de dificultar los seguimientos por parte de los policías. El marroquí M. B., con residencia legal en España, se enfrenta a una petición de condena, por parte del fiscal, de 5 años y medio de prisión y 20.000 euros de multa. Está acusado de un delito contra la salud pública y de falsedad en documento oficial, por alterar la placa del automóvil y el número de bastidor.

Los agentes lo detuvieron la tarde del 9 de junio de 2015. La droga intervenida en su poder y la que fue localizada en los registros sumaban casi 3 kilos de hachís. Dicha sustancia le hubiera reportado unas ganancias de 16.645 euros, según la valoración realizada por los peritos en el marco de este procedimiento. El juicio iba a celebrarse ayer en el Penal Uno de Ourense, pero finalmente quedó suspendido.

A las 15.30 horas del 9 de junio de 2015, el acusado se dirigía a un garaje de la calle Marcelo Macías de Ourense. En el vehículo manipulado llevaba una bandolera con una bolsa de plástico en la que había 401,2 gramos de resina de cannabis, valorada en 2.242 euros. Además llevaba 300 en efectivo.

El marroquí tenía otro turismo de su propiedad, un Mercedes Benz que se encontraba estacionado en una plaza del citado garaje. En el interior del maletero había escondido presuntamente una bolsa de plástico con 2,1 kilos de resina de cannabis (valorados en 11.763 euros), en forma de bellotas, así como dos tabletas de la misma droga que pesaban 193,8 gramos (1.083 euros).

Según el escrito de acusación del ministerio público, el día de la detención el individuo también tenía escondida en su ropa interior una bellota de 10,5 gramos de resina de cannabis, valorada en 58,9 euros. El acusado vivía en una habitación arrendada en un piso de la calle Antonio Puga. La Policía Nacional halló allí varios teléfonos móviles, una placa de 96,8 gramos (541 euros), 17 bellotas que pesaban 171 gramos (955 euros), así como 9 papelinas de cocaína con un peso total de 3,7 gramos y un 28% de riqueza (valorada en 142 euros).

La Fiscalía considera que el marroquí iba a vender la droga a toxicómanos, a excepción de la cocaína, para su autoconsumo. El trapicheo es el único medio de ingresos del imputado, según la acusación.