Pero más allá de los usos que se le puedan dar a esos terrenos donde se encuentra la estación de autobuses, una de las cuestiones que se debe abordar está relacionada con que el grupo de vecinos o sus familiares directos que en su momento cedieron esos terrenos al Concello -que a su vez los puso a disposición de la Xunta para construir la estación-, pueda ejercer su derecho a la reversión de los mismos de darle otro uso.

Sobre este asunto, Cudeiro reconoce que existen dos posturas, por una parte los que defienden que aunque la cesión era para construir una estación de autobuses, si después de su traslado se construye un aparcamiento disuasorio y un parque, ambos de titularidad pública, no debería haber ningún tipo de problema.

Aunque advierte que otro de los planteamientos, según las fuentes consultadas, considera que los vecinos que eran propietarios de los terrenos y sus familiares sí pueden plantear su derecho de reversión, en función de lo que se establecía en el contrato de cesión, ya que se fijaba un destino concreto. El edil de Urbanismo espera que no se llegue a esa situación y se puedan desarrollar actuaciones públicas.