Eran menos de 2 gramos de hachís y unas ganancias de solo 10 euros, pero la entrega sirvió de prueba a la policía de que se dedicaba a traficar con hachís. Aneudy G. J. fue a juicio ayer por un delito contra la salud pública. El acusado, de nacionalidad dominicana y residencia legal en España, reconoció su responsabilidad y aceptó una pena de conformidad. Se enfrentaba inicialmente a un año y medio de prisión. El acuerdo rebajó el castigo a 1 año -que no cumplirá, al carecer de antecedentes-, más el pago de una multa de 16 euros. Si no satisface esta cantidad deberá afrontar 2 días de prisión.

Queda probado que el día 12 de agosto de 2015, se desplazó a las 18.45 horas al cruce entre la Avenida das Caldas y la calle Mercado de Ourense, en el barrio de A Ponte. Fue en una motocicleta que dejó allí estacionada. Había quedado con un cliente por whatsapp para venderle hachís por 10 euros.

Más dinero y dos móviles

Una vez que el interesado llegó al lugar, el acusado le indicó que cogiese una bolsita que se encontraba en el reposapiés de la motocicleta. Justo después de la entrega la policía intervino y detuvo.

El envase que trataba de vender el acusado contenía una sustancia que, una vez analizada, resultó ser 1,9 gramos de cannabis con un valor en el mercado de 8,90 euros. El camello llevaba encima 405 euros y dos terminales telefónicos.