Eduardo B. F., de 28 años, no tiene antecedentes, por lo que los 2 años de prisión que aceptó ayer por haber causado en el verano de 2010 un siniestro con un fallecido y tres heridos, en O Barco de Valdeorras, no lo llevará a la cárcel en un principio. Un acuerdo con la Fiscalía en el que reconoce su responsabilidad rebaja la duración de la condena de 4 a 2 años, con el mismo periodo de privación del derecho a conducir (pasado ese tiempo podrá volver a hacerlo, si supera un curso y un examen teórico). La madrugada del 14 de agosto de 2010 se puso al volante de un Audi A-6, propiedad de su hermano, después de haber consumido alcohol. En el coche llevaba a 6 personas. Regresaban de una fiesta. El acusado perdió el control, se salió en una carretera local de O Barco de Valdeorras, atravesó 100 metros de viñedo y cayó por un talud de unos 10 hasta volcar en la N-120. R. T. G., de 21 años, que viajaba en el asiento trasero, perdió la vida a consecuencia de un traumatismo facial. Hubo 3 heridos graves y 2 leves.

El juicio señalado para ayer en el Penal Dos de Ourense no llegó a celebrarse. Un acuerdo de conformidad, pendiente de traducirse en sentencia, zanjó el procedimiento, 6 años y medio después del fatídico accidente. La Fiscalía pactó una rebaja a la mitad de la pena de prisión solicitada -de 4 a 2 años-, y de un tercio en cuanto al tiempo de privación del derecho a conducir. Inicialmente, el ministerio público solicitaba 6 años sin poder conducir, lo que hubiera supuesto la pérdida de vigencia del permiso (así sucede al sobrepasar los 2 años).

Ante el reconocimiento de los hechos por parte del imputado, se considera probado que Eduardo B. F. cometió un delito contra la seguridad del tráfico, en concurso con otro de homicidio imprudente y tres de lesiones por imprudencia. La condena incluye el pago de una indemnización, conjunta y solidariamente con su compañía aseguradora -que ya había consignado diversas cantidades-, a favor de las víctimas de los hechos. A la madre del fallecido, que era hijo único, le corresponden 145.000 euros. A un herido grave que sufre una incapacidad total le corresponden cerca de 188.000 euros. Otros dos heridos graves han de recibir 49.000 y 15.800 euros, respectivamente.

Positivo cuatro horas después

El conductor dio positivo en alcohol cuatro horas después del accidente. El siniestro ocurrió a las 6.20 horas. A las 10.12 del 14 de agosto de 2010, Eduardo B. F. dio 0,39 miligramos de alcohol por litro. La Guardia Civil de Tráfico calcula que la tasa real en el momento del siniestro era de 0,68, casi el triple de la tasa máxima permitida para la mayoría de conductores. El joven renunció a hacer una prueba de contraste mediante extracción de orina o análisis de sangre.

La fiscal considera que el conductor tenía una "intoxicación etílica que le impedía la conducción en las debidas condiciones de seguridad, debido a la merma de reflejos". Con ese nivel de capacidades, el conductor llevaba en el turismo a otros 6 jóvenes.

A las 6.20 horas del 14 de agosto de 2010, cuando el Audi A-6 circulaba por una carretera local que une Vilanova -la localidad de O Barco donde había fiesta esa noche- con la capital del concello, el acusado no pudo controlar el vehículo dado su estado, se salió de la calzada, atravesó unos 100 metros de viña y el vehículo se precipitó por un talud hasta volcar en la nacional N-120, kilómetro 454.

Al herido de mayor gravedad. E. R. M., que sufrió múltiples fracturas y traumatismos graves, le ha quedado una incapacidad total. Los otros dos heridos de consideración sufrieron fracturas y contusiones en el siniestro que también les provocaron diversas secuelas, aunque no tan limitantes como al primero. Los otros dos ocupantes del automóvil aquel día de 2010, heridos leves, renunciaron a cualquier indemnización que les pudiera corresponder.