Construcciones Orega S.L. tiene por delante el reto de reparar la portada Norte de la Catedral de Ourense, el rosetón y realizar la restauración de toda la escultura de la fachada, que "se está cayendo a trozos", con un presupuesto de 70.699 euros. El problema está originado por la cera que le inyectó otro restaurador en los años cincuenta o sesenta del siglo XX, con la pretensión de frenar el deterioro que sufría, y logró el efecto contrario, que la piedra no transpire y a medida que pasa el tiempo se desprendan trozos grandes, por lo que en cuestión de un par de décadas podrían dejar los relieves en situación de ruina.

El arquitecto de la catedral, Manuel Seoane Feijóo, resalta la gran importancia que tiene la escultura románica de la portada norte, a pesar de que fue reformada en el siglo XIV, tras su destrucción parcial durante "las peleas que mantenían el conde de Monterrei y el de Benavente". Hay piezas que fueron añadidas en ésa época, pero "toda la parte de arriba de la portada es románico; se trata de una escultura de mucho valor".

La autoría de la fachada norte se la atribuyen a "discípulos del Mestre Mateo, que trabajaron con él en Santiago". Llegan a barajar la posibilidad de que incluso "él viniera a dar pautas aquí, porque es un estilo muy parecido al de la catedral de Santiago". Las portadas de la Catedral de Ourense "son anteriores al Pórtico del Paraíso", también inspirado en el Pórtico de la Gloria.

Manuel Seoane explica que el grado de deterioro de las figuras del pórtico norte es desigual. En algunas zonas "ya han perdido hasta un centímetros, por lo que desaparecen los detalles de las figuras".

Los responsables de la basílica ourensana tienen fotografías del pórtico norte realizadas en los años cuarenta, cincuenta y sesenta, "pero no son muy detalladas, y ya se veía que las figuras estaban bastante deterioradas". En la actualidad están "mucho más dañadas".

No existe peligro de que la estructura dañada se arruine al quitar la cera. "Ya hicieron pruebas. Buscaron un método para retirar la cera, sin que la piedra resulte afectada. Los restauradores quitan la cera poco a poco, y a medida que la retiran, utilizan silicato de consolidante, como si fuera un componente más del granito", explica Manuel Seoane Feijóo. Y descarta la posibilidad de que se descubran dentro de unos años efectos negativos de este método, porque se trata de "añadirle sílice a la piedra, como elemento corrector, tras su pérdida".

Dentro de la hoja de ruta de actuaciones previstas, el arquitecto de la catedral está preparando un proyecto para renovar la instalación eléctrica, que presenta muchas deficiencias. "Hay cuadros que están muy mal, por lo que no cumplen la normativa, y cables tirados por la cubierta". Está previsto que esta actuación se pueda abordar en el próximo año.

Seoane Feijóo reconoce la urgencia de esta actuación, ante el peligro de que pueda producirse un incendio e incluso alguna desgracia humana, debido a que algunos cables "están en contacto con maderas antiguas y hay algún ratón".

El presupuesto puede rondar los 300.000 euros, para renovar el 85% o el 90% de la instalación eléctrica de la catedral. El resto corresponde a las zonas del templo en las que se realizaron obras, por lo que ya cuentan con instalación nueva.

Hace un par de meses, el cabildo desarrolló labores de mantenimiento en la cubierta, limpiando canalones y bajantes, además de retirar hierbajos.