La Audiencia Provincial de Ourense ha condenado a J. J. G. C. a cinco años y medio de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y a otro de tenencia ilícita de armas. El tribunal considera probado que el acusado sorprendió a la víctima robando en su desguace y que le disparó a escasa distancia con una pistola semiautomática, para que la que no tenía licencia, cuando el presunto ladrón se disponía a abandonar el lugar. La Sala condena también a otro hombre, M. G. A., el padre del principal implicado, quien acudió al desguace tras recibir una llamada de su hijo. El progenitor dio patadas a la víctima cuando se hallaba en el suelo. El tribunal le impone una multa económica por una falta de maltrato.

La sentencia no es firme y admite recurso de casación ante el Tribunal Supremo. En el juicio, el principal acusado dijo que "redujo" al hombre que se había introducido en su establecimiento después de perseguirle y hacerle frente, a pesar de que llevaba un destornillador en la mano e iba tapado con un pasamontañas. J. J. G. C. alegó que retuvo al denunciante después de "cogerle por el cuello" y sentarse encima de él para inmovilizarle los brazos. Fue en ese momento, según su versión, cuando el hombre le devolvió el dinero que había sustraído de una caja en el interior del negocio, unos 2.000 euros. La víctima solo admitió haber ido a robar un neumático.