La edad media de la población de Ourense sobrepasa por primera vez los 50 años y esta provincia se convierte en la única del Estado que supera este umbral y en la más envejecida del país. Los datos corresponden al primer semestre de 2016 y están recogidos en el informe de los principales indicadores demográficos que ayer hizo público el Instituto Nacional de Estadística. Ourense se convierte así en la abuela de España ocupando un puesto que no siempre fue suyo. En 1975, año en el que se empezaron a recoger estos datos, Teruel, Soria, Huesca e incluso Lugo superaban la media de edad de la población de Ourense que, en aquel momento, era de 37,5 años. Cuatro décadas después, la media se ha disparado y se sitúa en los 50,05 años.

El motivo por el cual la edad media es tan alta se debe a que el número de personas mayores en relación a la población joven es muy elevado. De hecho, la provincia de Ourense lidera también la lista de provincias con la mayor proporción de mayores de 64 años. El 30,7% de los ourensanos supera esa edad. Un porcentaje que duplica el registrado al inicio de la serie histórica, cuando la cifra era del 13,9 por ciento. En aquel momento, la proporción de mayores en relación con la población total era superior en provincias como Zamora, Cuenca, Guadalajara, Huesca, Soria, Lugo y Teruel. Esta última registraba en 1975 el mayor porcentaje, con un 16,8. Esto implica que Ourense también esté a la cabeza en la tasa de dependencia.

La caída en el número de nacimientos también es muy significativa en esta estadística. En 2015, solo se registraron 392 nacimientos por cada mil defunciones y solo Zamora tuvo un dato peor que este, con 352 bebés nacidos por mil fallecidos. En los seis primeros meses de 2016 nacieron en la provincia 833 niños (369 en la capital de As Burgas) y se produjeron 2.366 muertes (619 en la ciudad). Según los datos publicados ayer, la esperanza de vida al nacer en este momento es de 83,2 años.

El informe analiza también los matrimonios. Entre enero y junio de este año se celebraron 288, 113 en la capital, de los que solo 47 lo fueron por el rito católico frente a 222 exclusivamente civiles. Otros dos se enmarcan en otras religiones y en 17 no consta el tipo de celebración.