Los problemas en la Policía Local se acumulan, más allá de las "limitaciones" que existen en la plantilla, que reconocen tanto el gobierno municipal como los grupos de la oposición. La modificación del actual turno de servicios, el denominado "cuadrante africano", que dejará de estar operativo en enero de 2017 ya que no cumplía la normativa europea, se convierte en el centro de la controversia. La propuesta del gobierno popular, diseñada por la jefatura, es pasto de las críticas de los agentes, ya que supone "recortar" dos patrullas durante los fines de semana: viernes y sábado, al pasar de 6 a 4.

Es una de las cuestiones que se abordarán hoy en una reunión de la Mesa de Negociación, en la que estarán presentes los ediles responsables de Personal, Flora Moure, el de Seguridad, Carlos Campos, el jefe de servicio de Personal, Javier Rodríguez Nóvoa, así como los representantes de los diferentes sindicatos del Concello.

Pero la realidad es que los funcionarios de la Policía Local tienen conocimiento de la propuesta de la administración, y de ahí que muestren su preocupación, ya que los "ajustes" que se plantean afectan directamente a los servicios que se vienen realizando.

De llevarse a cabo, las noches de los viernes y sábados, con mayor incidencia, se verán reducidos o anulados los controles de alcoholémica y los del botellón. Eso al menos es lo que trasladaron a FARO efectivos policiales que están en total desacuerdo con ese planteamiento.

Para sostener su postura esgrimen argumentos de peso, relacionados todos ellos con que "la noche, sobre todo esos días, es muy complicada", por lo que hay mucho más trabajo y se contará con menos efectivos. Pero lo que más preocupa es la intención de que ahora los agentes "patrullen a pie". Señalan que al no disponer de medios de locomoción, si surge cualquier tipo de incidencia, como un accidente o una pelea no pueden acudir con la rapidez necesaria.

Medidas

Al igual que hicieron los grupos de la oposición, algunos de los agentes dejan patente su desacuerdo con lo manifestado por el concejal de Seguridad, Carlos Campos, en determinadas cuestiones, y sí consideran necesario que se adopten medidas que supondría una mejora sustancial, especialmente en lo que se refiere a los medios materiales y a la propia plantilla.

Campos había recriminado al grupo de Ourense en Común, que había presentado una iniciativa en este sentido, que finalmente fue aprobada con el apoyo de Democracia Ourensana y del Partido Socialista, que en su contenido "hay mucha literatura, pero muy poca realidad".

Discrepancias aparte, desde el colectivo policial se reconoce la necesidad de poner en marcha una serie de actuaciones tendentes a mejorar las condiciones de los agentes, con lo que se garantiza su propia seguridad y la de los ciudadanos.

Sin entrar en controversias políticas, lo que reconocen es que en los últimos años "existe un abandono" hacia la Policía Local, por lo que consideran que se debe incidir en las "carencias" que tienen, y no solo en los turnos.