El puente Romano presenta desde ayer una nueva imagen después de la puesta en funcionamiento de la nueva iluminación y las mejoras en su calzada, pero conservando su propia historia. Se trata de una infraestructura monumental que acompaña al río Miño desde el siglo I d.C., y sigue siendo un eje estratégico para las comunicaciones, desde hace algunos años para uso peatonal, y para el desarrollo de Ourense.
En el acto de puesta en funcionamiento, que tuvo lugar a última hora de la tarde de ayer, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó la historia, la arquitectura y la estética del puente romano, ya que "le da carácter a Ourense y es un privilegio del que pueden presumir muy pocas ciudades del mundo". Además de ser "el mayor orgullo de ourensanía".
El titular autonómico proclamó que las obras del puente Romano, con una inversión de unos 500.000 euros, "son un ejemplo de la apuesta por preservar, recuperar y poner en valor el patrimonio de Galicia". Y que después de concluidos los trabajos de la primera fase, a través de las actuaciones coordinadas entre las consellerías de Infraestructuras y la de Cultura, "se hacen los deberes", dijo, en el sentido de que las construcciones históricas "necesitan de una protección activa que evite que olviden y se deterioren con el paso del tiempo".
También hizo alusión el presidente de la Xunta, que estuvo acompañado por el alcalde, Jesús Vázquez, la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, y el de Cultura, Román Rodríguez, a que hace algo más de un año, Concello y Xunta plasmaron en un convenio de colaboración la voluntad compartida de "darle al puente Romano el tratamiento que merece como bien de gran valor cultural, y un emblema y reclamo turístico de la ciudad".
En este sentido, Núñez Feijóo concretó que fue necesaria la puesta en marcha de un conjunto de trabajos, que en todo momento fueron supervisados por técnicos de l departamento de Patrimonio de la Xunta, y que respondieron al triple objetivo de "conservar, dignificar y potenciar la majestuosidad del puente Romano."
Feijóo explicó que para conservar el puente "se procedió a restaurar uno de los pilares, sustituyendo el pavimento con que contaba y con otras pequeñas obras de restauración de piezas deterioradas". Para "dignificar se procedió a la retirada de elementos ajenos al monumento como una vieja tubería de abastecimiento". En relación a potenciar su relevancia, se acometió "la actuación más singular de todas las llevadas a cabo sobre esta construcción histórica: la nueva iluminación", indicó.
El jefe del ejecutivo gallego subrayó que se trata de una iluminación "diseñada por especialistas gallegos en la materia, a la medida de este monumento". Y que se sustenta en un detallado estudio" sobre la mejor forma para la contemplación íntegra de la estructura y del especial conjunto que forma con el medio fluvial y urbano en el que se enmarca".
Para advertir que se trata de una actuación que cumple con rigor las premisas marcadas "de máximo respeto al bien patrimonial y a su contorno, de plena funcionalidad para el actual uso peatonal y de mínimo consumo energético y contaminación lumínica".
Sobre esa cuestión, Núñez Feijóo incidió en que las luces que iluminan el puente Romano tienen "un consumo semejante a una plancha en un hogar gallego", por lo que desde la Administración "se podrá pagar siempre, sin esfuerzo de presupuesto". Pero hizo especial hincapié en que la retirada de las antiguas farolas y el nuevo sistema Led, se da respuesta a la contaminación lumínica que existía.
Además, Núñez Feijóo anunció la segunda fase de las obras, que ya estaba programada y que tiene como objetivo extender al contorno de la Capilla de los Remedios el proyecto de puesta en valor del puente. Aprovechó su intervención para señalar a Ourense como "un ejemplo en cooperación y disposición al acuerdo", y que se concreta en otros proyectos ejecutados, en referencia a las obras de reparación y mejora del puente del Milenio, con un presupuesto que superó los 550.000 euros, así como la conversión en museo de los restos de la antigua iglesia de San Francisco.
Por su parte, el alcalde, Jesús Vázquez, destacó el compromiso de la Xunta y su "empeño para que el puente siga luciendo", y en este sentido, ha señalado la existencia de "nuevos presupuestos para el próximo año", que pasarían por esa segunda fase.
