El campus de Ourense se ha convertido también en un referente para las administraciones públicas y las empresas del entorno que demandan cada vez más su opinión. El vicerrector, Virxilio Rodríguez, destaca la transferencia como el último y necesario paso de todo proceso de investigación.
-¿44 grupos de investigación es un buen número para un campus como el de Ourense?
-Los niveles son aceptables. Desde luego, entre los mal llamados campus periféricos, y esto quiere decir que no hablamos de Vigo, Santiago o A Coruña, el de Ourense es el que más destaca. Son buenas cifras y hay que aspirar a mantenerlas o, en su caso, fomentar la suma de estos grupos. La tendencia es buscar agrupaciones, que es lo que hace el Campus da Auga con la constitución de los clúster de investigación que pretenden sumar líneas de investigación, buscar cierta interdisciplinariedad y colaboración de grupos de distintos ámbitos. Es la estrategia que estamos tratando de fomentar como campus especializado.
-¿Todo profesor univeristario es necesariamente investigador?
-Las dos tareas o funciones que nos corresponden son la formación y la investigación y así lo dice nuestra denominación, somos Personal Docente e Investigador. Los profesores desarrollamos una función destinada a la formación y otro aspecto esencial al que dedicamos nuestro tiempo y por el que se nos retribuye es la investigación. Investigación que significa tratar de identificar, localizar problemas reales en cada una de las disciplinas o sectores de actividad, problemas que tienen que ver con la convivencia social, con la explotación de determinados recursos como el agua o los recursos agrarios, facilitar el desarrollo de la vida de la ciudadanía a través de las nuevas tecnologías... Lo que hacemos es analizar con rigor esos problemas revisando aquellas fuentes bibliográficas o de otro tipo que ya abordaron esas situaciones para plantear propuestas de solución lo más originales posible para solucionar esos problemas. Lo ideal, es que esas propuestas sean aplicadas por los diferentes agentes sociales, la administración pública, las empresas o directamente la ciudadanía y que sean útiles en la resolución de los problemas que abordamos.
-¿Esos destinatarios tienen en cuenta cada vez más la opinión de la Universidad en Ourense?
-Sí, es un elemento fundamental frente a la idea de que la Universidad vivía de espaldas a la sociedad y la empresa. Se está rompiendo ese muro. Hay una palabra que está presente en todos los discursos pero también en nuestra acción de gobierno y en la acción del personal docente e investigador que es la transferencia. Es el último paso de la investigación. Por una parte nosotros estamos siendo más activos a la hora de acercarnos a las instituciones públicas y al mundo empresarial para proponer servicios que ofrecemos como investigadores, y por otra parte esa comunicación está calando y muchas veces ya son las propias administraciones públicas o las empresas las que se dirigen a nosotros para pedirnos proyectos de investigación que resuelvan problemas específicos de su actividad.
-¿En qué ámbitos es más fuerte este campus?
-Destacaría que hay grupos en todos los ámbitos del conocimiento y que son capaces de generar recursos propios acudiendo a convocatorias competitivas y por lo tanto captan financiación externa. Obviamente los más fuertes son los científicos y tecnológicos. Y además, y nada desdeñable, con esos recursos son capaces de generar cantera. En estos momentos tenemos cuatro contratados Ramón y Cajal en Ourense, que son contratados de enorme prestigio en el ámbito científico y tecnológico, y que es algo no habitual, realmente difícil. Esto son datos muy relevantes.
-¿Es mejor docente un profesor activo en investigación?
-Sí, de hecho son dos elementos complementarios. La docencia exige una formación continua en todos los ámbitos de conocimiento ante un mundo cambiante, ante los avances científicos, tecnológicos, y también ante una sociedad que también está mudando siempre, hay que estar formándose siempre para formar a nuestros alumnos. Un profesor atento, que está alerta y que está llevando a cabo una investigación en la vanguardia debería ser un buen docente, al menos en lo que se refiere a la captación y obtención de conocimiento; tendrá las bases para poder transmitirlo.
