Aniceto Rodríguez, el hombre de 78 años acusado de acuchillar a su mujer cuando se recuperaba de un ataque previo en el domicilio conyugal, ha regresado hoy a Verín, desde prisión, para la última declaración previa al juicio. El presunto autor del último crimen machista registrado en la provincia de Ourense ha llegado en ambulancia, por el ictus que sufrió tras el crimen, y custodiado por la Guardia Civil. Familiares de la víctima llegados desde Madrid lo han recibido a gritos de "asesino" y "sinvergüenza". "Parece mentira que nos engañaras a todos; a Isabel la primera". En el interior del juzgado se acogió a su derecho a no declarar.

El septuagenario ha sido procesado por un delito de asesinato y por la tentativa previa en el domicilio, un ataque con martillo a su mujer, mientras veía la televisión casi dormida, que trató de disfrazar de robo. La Policía Judicial de la Guardia Civil lo descartó a los 5 días. Presentó a la juez de entonces un atestado en el que apuntaba a Rodríguez como principal sospechoso, y alertaba del "peligro" que supondría no restringir las visitas del marido al hospital. La juez no vio indicios suficientes y descartó un caso de violencia machista. La mañana del 8 de mayo de 2015, tras pasar la noche a su lado, Aniceto Rodríguez le asestó presuntamente una cuchillada en el corazón. "Fue a por ella con premeditación y alevosía; la dejó frita cuando estaba en la flor de la vida. No hay derecho", clama la familia.

La familia de la víctima, que ha llegado hasta el Tribunal Supremo para exigir una sanción a la juez de entonces, Cristina Fernández Viforcos, ha vuelto a incidir esta mañana en la desprotección que le costó la vida a Isabel Fuentes, de 66 años. "Hubo negligencias y todo el mundo se pasó la pelota, pese a que los protocolos de actuación de violencia de género eran clarísimos", lamenta Ramón Blanco, primo de la asesinada. Los allegados urgen "justicia", con la pena máxima posible (el marido se enfrentará a más de 25 años preso). Además, dejan claro que "llegaremos a donde haga falta, sea Estrasburgo o La Haya".

El presunto asesino entró en el juzgado de Verín a las 10 de esta mañana y media hora después abandonó el edificio judicial, también en ambulancia. La llamada declaración indagatoria dará paso a la calificación de los hechos y a la solicitud de condenas por parte de la Fiscalía, la acusación particular y la Xunta, también personada al tratarse de un caso de violencia machista. La defensa cuestiona que el hombre, mermado física e intelectualmente por el ictus, estuviera en todas sus facultades cuando cometió el crimen.