Los inventores precoces de Galiciencia están sorprendiendo más que nunca este año, debido a su capacidad para detectar problemas presentes en la vida cotidiana y desarrollar soluciones innovadoras muy avanzadas a través de la tecnología. La salud, el medio ambiente y la accesibilidad para personas con necesidades especiales son algunos de los temas que han llamado más la atención de los 75 proyectos que se pueden ver desde ayer hasta el próximo viernes en el Parque Tecnológico de Galicia.La investigación sobre los alimentos y el diseño de aplicaciones móviles son otros de los temas favoritos de los participantes.

La mayor feria científica de Galicia empezó ayer a recibir a los más de 2.000 escolares que la visitarán durante sus tres días de duración, a los que se están sumando los asistentes que llegan por su cuenta, dado que el evento es de entrada libre por las tardes. El certamen llega este año a su undécima edición, con la colaboración de la Consellería de Economía, Emprego e Industria y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt).

Galiciencia bate en esta edición su récord de proyectos, con un total de 75, de los que los 50 de Educación Secundaria compiten por el premio final, mientras que los 25 de Primaria se muestran fuera de concurso. La representación más numerosa procede de la provincia de Ourense, con un total de 28 equipos defendiendo sus investigaciones e inventos. Por su parte, Pontevedra y A Coruña participan con 18; Lugo, con 6; Vizcaya, 3; Barcelona, 1; y Asturias, 1. Esta última comunidad autónoma se ha incorporado a Galiciencia por primera vez.

La amenaza de la avispa asiática inspiró a un equipo procedente de Cambre (A Coruña), que ha desarrollado una aplicación móvil para alertar a los servicios de Protección Civil de la presencia exacta de nuevos nidos del insecto. La protección del medio ambiente, con la eficacia en el uso de los recursos naturales, ha sido el objetivo de un estudiante de Santiago de Compostela que creó un dispositivo para controlar el despilfarro de agua en el hogar. Alumnos de Valdoviño (A Coruña) crearon un sistema de recogida y reciclaje de chicles, con el que pretenden concienciar sobre el impacto medioambiental que supone la goma de mascar sobre el pavimento urbano.

La huerta hidropónica para cultivar vegetales ecológicos en la vivienda de estudiantes de Vigo, la reutilización de toallitas húmedas como relleno de edredones y chaquetas de un equipo de Bilbao, el desarrollo de un aislante térmico natural también a cargo de los alumnos vascos y el dentífrico de hierbas aromáticas de estudiantes ourensanos son algunas de las propuestas centradas en buscar alternativas más sostenibles para obtener productos de consumo masivo.

La salud es otro de los objetivos de estudio más comunes entre los participantes de Galiciencia. Alumnos de Primaria de Ourense analizaron los peligros del aceite de palma para la salud, mientras que dos equipos de investigadores de las Aulas Tecnópole presentan un pastillero inteligente para pacientes crónicos que detecta los retrasos y olvidos y un sistema de análisis de la calidad del aceite de freir, que mediante el uso de espectrofotometría les ha permitido concluir que no se debe utilizar más un aceite que lleve más de tres semanas en la freidora a un ritmo de tres usos por semana. Alumnos de Vigo analizaron varios espacios de su colegio, hasta que llegaron a la conclusión de que donde se concentran más microorganismos es en los lavabos y en las aulas y, curiosamente, donde menos hay es el los vestuarios del gimnasio.

El espantapájaros 2.0 supone una reinvención tecnológica de un clásico de las huertas. Una alumna de Ponteceso (A Coruña) ha demostrado que una estructura piramidal impresa en 3D es más efectiva que la versión tradicional. Alumnos de Ortigueira recurren a la tecnología Lego para hacer una auditoría energética, con la finalidad de ganar en eficacia.

Alumnos de Lugo emplean aplicaciones móviles para elaborar alternativas de traducción, turismo y geolocalización. Alumnos de Cambre, Santiago y de las Aulas Tecnópole, respectivamente, recurren a estos mismos medios para elaborar un sistema que avisa de incidencias a los guardias del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, para chatear con expertos en emergencias y para gestionar un banco de ideas.

La seguridad y la accesibilidad también son temas recurrentes en Galiciencia. Alumnos de Ferrol desarrollaron un sistema electrónico para evitar choques en el garaje, que compite con otro de Santiago para la prevención de accidentes en autobuses. Dos equipos de alumnos de Vigo idearon sistemas para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad auditiva, con el diseño de una máquina para ayudarles a escuchar música mediante la vista y otro de estimulación vibrotáctil.

Equipos de estudiantes también han desarrollado mecanismos para el estudio de diversos ecosistemas gallegos, el desarrollo de nuevos métodos didácticos y el análisis de fenómenos como los agujeros negros.

En la jornada de ayer comenzaron los talleres y el espectáculo científico en los que se explora la relación de las matemáticas con la ingeniería y con la naturaleza. También se ha inaugurado la exposición promovida por el Sergas sobre depresión infantil y juvenil, con información útil para identificar esta dolencia y fotos realizadas por adolescentes que sufren la enfermedad.