En uno, las cuestiones de familia (divorcios, custodias de hijos, pensiones de alimentos) son urgentes. Otro tiene en sus manos la viabilidad de empresas (desde el proceso concursal de una minera a la liquidación de una pequeña cafetería). En Ourense, dos juzgados de primera instancia asumen las competencias de Familia y Mercantil sin estar exentos de otros asuntos. Una sobrecarga en el segundo, que en 2011 aún arrastraba casos de 2004, implica una demora en ERE y concursos (entre 2008 y 2014 se presentaron un total de 270 procesos de acreedores; al cierre de 2015 se registraron 32 pero quedaban 171 pendientes de resolver). Familia resolvió casi un millar de procedimientos en 2015 y, no obstante, el número de asuntos pendientes creció de 700 a 730 ese mismo año, tras ingresar 977 casos nuevos.