Sin pretender volver la vista al pasado, con pasajes algo turbios que en nada favorecieron a un sector de tanta relevancia en la provincia de Ourense, como es el vitivinícola, Pablo Estévez prefiere quedarse con esa "importante revolución y cambio tremendo" que se produjo. Y en el que juega un papel relevante los enólogos.

Consciente de que se tenían que superar determinados vicios y forma de trabajar, Estévez recuerda que cuando se marcaron unas pautas que tipo de variedad plantar y en el momento, fue una sorpresa para las personas que estaban dentro del sector, tanto productores como industriales.

Pero a medida que avanzó el proceso, tanto en la reconversión de viñedo como en la ampliación de los mismos, los resultados no hicieron más que apuntalar esa nueva dinámica de trabajo. Y la resultante es que los vinos gallegos son conocidos y valorados.