Un tango tocado por Tangata y las palabras de Valente abrieron ayer la gala inaugural de la 21 edición del Festival de Cine Internacional de Ourense, un certamen que llega a su madurez con un equipo directivo renovado y una apuesta clara por la especialización. El cine iberoamericano y las óperas primas conforman el hilo conductor de un programa que durante una semana convierte a la ciudad de As Burgas en capital de la imagen, la música y la palabra como expresión artística proyectadas en una pantalla.

Las salas pasarán en 109 sesiones un total de 73 películas, 21 de ellas en competición, en las que, como avanzaron ayer los presentadores de la ceremonia, los periodistas Marta Gómez y Ángel Suanzes, los espectadores encontrarán todo tipo de historias. Arranca así el también llamado OUFF, un festival que en los tiempos de la alta tecnología y la visión panorámica en el salón de casa reivindica un cine socializador. Los tiempos en los que reunirse con un grupo de personas en la penumbra de una sala se ha convertido en un "acto de resistencia". Así lo subrayó el nuevo director artístico del OUFF, Fran Gayo, que ha apostado por un festival especializado y descentralizador que por primera vez extiende su programa a localidades como O Carballiño, Xinzo y Celanova.

Gayo habló también de su pasión por programar cine y destacó la importancia de todos y cada uno de los contenidos, actos y personas que conforman este certamen, organizado, dijo, desde el rigor "pero sin perder el amor por lo que hacemos". Destacó de forma especial el reconocimiento al director argentino Hugo Santiago en una de las secciones paralelas en la que también se reconoce a Mercedes Moncada, Camilo Restrepo y la ourensana María Ruido. Esta última no pudo asistir pero envió un vídeo en el que describe su trabajo cinematográfico en el Magreb, con dos películas que podrán verse en el festival. La sevillana Moncada, por su parte, se presentó ante el público de la gala sorprendida por la "exquisita" programación del OUFF y "estupefacta" por el hecho de que su cine forme parte de este certamen en un momento en el que, apuntó, "las películas que me parecen más hermosas acaban siendo vistas por públicos elitistas porque las pantallas tradicionales están tomadas".

El director gallego Lois Patiño destacó también a la plataforma que este festival constituye para los cineastas gallegos

La gala contó con la asistencia de numerosas figuras del audiovisual gallego, los miembros del jurado Maialen Beloki, Miguel Valverde, Miriam Reyes, Manu Yáñez y Luis López Carrasco, y autoridades políticas, además de invitados que participan con sus trabajos en la programación como Sergio Trefaut, José Manuel Mouriño, Héctor Viguera, Xisela Franco, Beli Martínez o Andrea Franco. El presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, así como el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, estaban también entre el los invitados. Feijóo, que acudía por primera vez al OUFF, desveló en su intervención que la primera película que vio en un cine fue Tarzán en peligro y la última Café Society, de Woody Allen, y confesó que el mejor momento para ir al cine es el domingo por la noche para iniciar mejor la semana. El presidente también incidió en las potencialidades del audiovisual gallego y garantizó el compromiso de la Xunta para seguir impulsando el sector. El alcalde, Jesús Vázquez, destacó la capacidad de movilización de la cultura y en particular el trabajo del Cineclube Padre Feijoo en Ourense, con 45 años de historia, y este año reconocido por el OUFF.