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El juez sostiene que el presunto homicida del farmacéutico aún puede huir tras 3 años preso

La defensa cree que el sospechoso sigue en la cárcel "porque es rumano" - Esgrime el crimen del embalse, con los imputados libres

El presunto homicida, tras ser detenido en octubre de 2013. // J. Regal

El sospechoso del homicidio del ourensano Tomás Milia, que tenía 72 años, no saldrá de la cárcel si depende del juez del caso, Leonardo Álvarez. El magistrado ha vuelto a denegar una solicitud de excarcelación planteada por la defensa de Alexandru M. L., en prisión desde octubre de 2013 por el crimen del exfarmacéutico. Considera el juez que los motivos por los que acordó la prisión preventiva tras la detención no han variado 3 años después de los hechos. En un auto notificado ayer recuerda la gravedad del delito, las pruebas en contra y la persistencia, según su criterio, de riesgo de fuga.

La Audiencia Provincial, que es la máxima instancia judicial en Ourense, tendrá la última palabra sobre la posible excarcelación antes del juicio. El abogado del sospechoso, Eduardo Mazaira, ha presentado apelación. Entre otros argumentos, alude a otro crimen registrado en la provincia, el del caso "Esmorga": un joven de nacionalidad rumana apareció muerto en un embalse en 2014. Los dos sospechosos de haberlo arrojado aún vivo al agua, tras una paliza, llevan varios meses en libertad, después de haber pagado fianza de 3.000 euros.

El letrado critica que la diferencia entre la situación procesal de estos imputados y la de su cliente radique, según Mazaira, "en que nuestro representado es un chico rumano y la víctima es española, mientras en el caso Esmorga la víctima es un chico rumano y los agresores son españoles".

En el auto para denegar la libertad, el juez instructor reproduce todos los argumentos que motivaron la prisión preventiva en 2013 (la medida cautelar fue prorrogada en julio de 2015, antes de que venciera el plazo máximo legal). Subraya Álvarez, titular de Instrucción 1 de Ourense, que "las circunstancias que determinaron su ingreso en prisión no han cambiado".

El magistrado subraya que al rumano se le atribuye haber acabado con la vida de Tomás Milia, entre las 21.30 y las 22.30 del 4 de octubre de 2013. Durante una disputa económica tras una relación sexual contratada, el joven mató presuntamente al septuagenario tras propinarle dos puñaladas en el cuello y otra en el vientre, para acto seguido huir del domicilio llevándose varios relojes.

Una vez en la calle se vio obligado a huir de la Policía, llegando a golpear con su turismo a uno de los agentes que le habían parado. Horas más tarde, el imputado volvió a la vivienda de Milia, en la calle Curros Enríquez, donde presuntamente colocó a la víctima en la bañera, lo roció con lejía y plantó fuego para borrar. Cuando salía por segunda vez del piso fue detenido por agentes de la Policía Local. Se enfrenta a delitos de asesinato/homicidio, robo e incendio.

El juez Álvarez enumera las pruebas en contra del encarcelado: varios vecinos del inmueble lo vieron a la hora en que fue asesinada la víctima, reconoció la autoría a los policías -aunque no volvió a declarar-, y además llevaba en su poder los relojes y otros objetos de la víctima, así como ropa "bañada en sangre", cuchillos y las llaves del domicilio de Tomás Milia. Mantener preso al joven rumano es necesario, concluye el instructor, "porque en el presente caso es evidente que concurre el riesgo de fuga, puesto que el denunciado carece de arraigo dado que es de nacionalidad rumana, y carece de un modo de vida conocido". Añade el juez que "la especial gravedad de la pena prevista hace pensar" que si no está preso "es previsible" que se dará a la fuga.

La defensa descarta que pueda huir o que destruya pruebas. Además, recuerda que aún no hay fecha para el juicio pese a que la instrucción está finalizada, a la espera de una evaluación psiquiátrica sobre el encausado, un informe que acumula meses de retraso. "Es una persona joven, de 22 años, y que se encuentra completamente integrado en su vida familiar en Ourense, por lo que es imposible que abandone su entorno para eludir la acción de la justicia", expone el abogado al tribunal, en el recurso de apelación.

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