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Los vecinos de A Granxa ven insuficientes las obras de mejora de la seguridad vial

-Fueron ejecutadas por la Xunta en verano tras el aumento de la siniestralidad en la zona -Se quejan de que el paso elevado tiene muy poca altura y no se hicieron dos glorietas

Dos meses después de culminadas las obras de mejora de seguridad vial en la carretera de A Granxa -un proyecto ejecutado por la Xunta ante los alarmantes datos de siniestralidad de tráfico en la zona-, los vecinos no están contentos con el resultado.

Afirman que solo se hizo un paso elevado de los tres previstos y este tiene una altura casi imperceptible sobre el suelo, lo que no ha conseguido que el tráfico que circula por la zona reduzca la velocidad de paso, y los vehículos, especialmente de madrugada, sigan pasando a velocidad "de rallye", afirman.

Para ganar visibilidad se han suprimido también plazas de estacionamiento, lo que "ha creado más problemas que beneficios en la zona", explica Inmaculada Freijeiro, presidenta de la Asociación de Vecinos de A Granxa.

Las mejoras sufragadas por la Xunta se habían decidido en mesas de trabajo consensuadas en colaboración no solo de técnicos municipales sino con propuestas de los propios vecinos, así como de Stop Accidentes.

"Sin embargo el paso de peatones elevado que se ha instalado a la altura del número 38, uno de los tres previstos, no tiene la altura suficiente, lo que hace que siga circulando el tráfico a una velocidad muy superior a la permitida, que es de 40 kilómetros por hora en esta vía urbana", explica la presidenta vecinal

La siniestralidad concentrada en cuestión de meses en ese tramo vial de A Granxa la había convertido en un punto negro del tráfico urbano, con sucesivos accidentes uno de ellos mortal y continuas colisiones debido a ese exceso de velocidad del tráfico rodado.

Una de las medidas adoptadas en esa obra realizada en verano, "y que nos pilló a muchos fuera de Ourense", explica la presidenta vecinal, es que "no se realizó el asfaltado de toda la calle, sino que este remató en el número 52 de la misma y eso provoca cambios en el estado del asfalto para los conductores que circulan por la zona".

Además suprimir 15 plazas de estacionamiento para poder dar mayor visibilidad en alguno de los tramos "ha supuesto descontento para muchos vecinos, pues no tienen alternativa para estacionar en una calle que en su día fue creciendo urbanísticamente sin dotar en muchos casos parking en los bajos de las viviendas", apunta la presidenta vecinal.

El sentimiento general de los vecinos es "de desilusión, ya lo hemos hecho saber a las administraciones competentes y esperemos que puedan resolverse algunos de los fallos y partes de la obra que quedan por ejecutar, pues entre lo que aparecía en el proyecto que nos presentaron y el resultado final hay unas cuantas lagunas; la verdad es que no se parecen del todo". Explica que "los vecinos ahora están más calmados, pero en todo caso sí esperan que se mejore el resultado final".

De hecho la glorieta realizada lo fue finalmente por señalización horizontal, es decir pintadas sobre el pavimento. Diseñarlas de otro modo con algún tipo de elemento elevado no garantizaba siquiera el giro de los autobuses. Ese fue el motivo de que no se realizara por ejemplo la que estaba prevista a la altura de la calle Sierra de Martiñá.

Stop Accidentes

Miembros de Stop Accidentes afirman que "es cierto que se pueden realizar nuevas mejoras, pero lo más importante es que, de entrada, se aumente la altura de ese paso elevado; en caso contrario, no será operativo".

"Ahora tenemos una calle más ancha a ambos lados tras la supresión de estacionamientos, pero eso permite que circulen hasta cuatro vehículos de ancho, con una velocidad que sigue siendo inadecuada; y nuestro deseo es prevenir para que no vuelvan a producirse accidentes", afirman.

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