El futuro del urbanismo en la ciudad sigue lastrado por la falta de entendimiento entre los grupos políticos para llegar a un consenso que permita aprobar un nuevo planeamiento. El alcalde Jesús Vázquez acusó ayer a los socialistas de pretender imponer un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), el aprobado inicialmente a finales de 2013, que "saben es irrealizable". Respuesta directa a las seis condiciones que le trasladó el portavoz del grupo del PSOE, Vázquez Barquero, y en las que advierte un "interés electoral".

Entiende el regidor municipal que la estrategia de los socialistas pasa por "presionar" para que se mantenga, sin ningún tipo de modificaciones, el documento aprobado por PSOE y BNG, al que se presentaron 6.000 alegaciones y "que va a ser imposible desarrollar". El objetivo está claro: "para cuando haya unas elecciones se diga por qué no hay estación -por la intermodal del AVE- o por qué en Ourense no se pueden desarrollar otras actuaciones, y responsabilizar de esa situación al gobierno del Partido Popular".

Puestas así las cosas, Jesús Vázquez dijo estar dispuesto, de persistir los socialistas en su intención de que se apruebe el documento de planeamiento aprobado inicialmente durante su mandato, a "someter a la opinión de los vecinos esta situación", con la intención de que el proyecto aprobado tenga "nombre y apellidos".

Responsabilidades

En esa línea crítica, el alcalde sostiene que "ese plan se aprobará -el inicialmente-, pero cuando dentro de dos o cinco años no se pueda llevar a cabo ninguna actuación de crecimiento habrá un nombre, que será el responsable de la situación y no será el de los diez miembros del equipo de gobierno del PP", sentenció.

Para evitar llegar a esa tesitura, Jesús Vázquez considera que ante la situación actual, marcada por las sentencias del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que tumban la ordenación provisional, con lo que se vuelve al planeamiento de 1986, "nos debemos centrar en lo que es posible". Y recalcar que las condiciones que plantean los socialistas "no son posibles".

Además, el alcalde deja patente su extrañeza por el planteamiento del portavoz socialista, que no dudó en calificar de "contradictorio", en alusión a que "se está de acuerdo en aspectos urbanísticos de la ciudad como elevar la edificabilidad en el rural y mejorar la situación en el dicho perímetro", objeto de modificación del documento actual, y por otra parte "se introducen cuestiones que no tienen nada que ver, como el convenio firmado con la Xunta para el transporte metropolitano".

Sobre esta cuestión advierte a Barquero de que se trata del "mismo proyecto que han asumido otros dirigentes socialistas", y citó al alcalde de Vigo, Abel Caballero, o el de Amoeiro, Rafael Villarino. Y concluir que "es la única persona -por Barquero- del PSOE de toda Galicia que habla en contra de los intereses de su ciudad".

Eso llevó al regidor municipal a tirar de comparativa, un tanto peculiar, aunque de actualidad europea, para apuntalar esas contradicciones socialistas, en el sentido de que "es como si condiciono la gobernabilidad de la ciudad a que Gran Bretaña siga en la Unión Europea", en alusión directa a lo que aconteció con el "Brexit".