Varios concellos de la comarca ourensana de Verín serán los primeros en beneficiarse de los trabajos de recuperación del monte tras los daños causados por los incendios forestales del verano. Entrimo, donde ardieron 3.000 hectáreas y fue necesario que camiones cisterna abastecieran varios pueblos que se quedaron sin agua, así como Muiños y Lobios -el fuego castigó allí el Parque Natural del Xurés- se quedan fuera, por ahora, de esta línea de actuaciones de la Xunta. Los primeros ayuntamientos serán otros territorios que también pertenecen a la "raia", donde ardió el 76% de la superficie arrasada este año en la provincia (7.019 de 9.185 hectáreas). Se trata de los concellos de Cualedro, Laza, Oímbra y Monterrei. Las mejoras buscan evitar la erosión y reemplazar infraestructuras dañadas, como tendidos o pistas.

Evitar arrastres y erosión

El director xeral de Ordenación e Produción Forestal, Tomás Fernández-Couto, y técnicos de la Consellería do Medio Rural se reunieron ayer con los alcaldes de Cualedro, Laza, Oímbra e Monterrei, así como con representantes de los montes vecinales y particulares afectados por el fuego. El alto cargo explicó los trabajos de recuperación que se acometerán para paliar los efectos de los fuegos estivales.

Según la Xunta, en la reunión se planificaron actuaciones de recuperación forestal que comenzarán "en los próximos días". Se efectuará un control de los riesgos hidrológicos erosivos, por el arrastre de cenizas. También se intentará atajar el proceso de degradación de los suelos calcinados.

Las actuaciones incluirán sembrados para regenerar, eliminación de madera quemada sin valor de mercado y aprovechamiento de la recuperable. También se mejorarán las infraestructuras forestales de las zonas quemadas, reparando las cunetas y las obras de paso para facilitar la evacuación de aguas. Además, se arreglarán los cierres ganaderos afectados, incluyendo la sustitución de los quemados y sus infraestructuras complementarias.

La Xunta mantiene abierto el plazo hasta principios de noviembre para poder acogerse a ayudas de compensación de las pérdidas ocasionadas por los incendios. La línea de ayudas está dotada con 1 millón de euros y va destinada a la reposición de las infraestructuras y equipamientos privados dañados, así como para paliar los daños registrados en las explotaciones agrícolas y ganaderas.

Con los trabajos a punto en Cualedro, Laza, Monterrei y Oímbra, los alcaldes de Muiños y de Entrimo, los territorios más castigados por el fuego este verano, apremian a la Xunta para que acometa las mismas actuaciones, cuanto antes. "Tenemos el compromiso y nos consta que Tragsa ya está seleccionando al personal; pero también está ahí la preocupación por el arrastre de cenizas a los embalses y regatos", recuerda el regidor de Muiños, Plácido Álvarez (PP).

El de Entrimo, Ramón Alonso (PSOE), se queja del retraso de la Xunta tras una primera reunión a finales de septiembre "que no se concretó en nada". "Nos prometieron reuniones periódicas con Tragsa y técnicos". En su concello ardieron 3.000 hectáreas en el peor incendio del año. Los riesgos de arrastres y erosión se suman a las carencias que permanecen en infraestructuras básicas. Aún es preciso recurrir a un camión cisterna para abastecer de agua algunas aldeas, según el alcalde.