El principal sospechoso de la muerte del empresario ourensano, Luis Fernández Conde, es un joven de origen brasileño, de 20 años, al que la víctima, según explicaron fuentes próximas a la investigación, habría conocido en el barrio de Chueca, Madrid, hace dos semanas.

Es el tiempo que, según otras fuentes, llevaba el detenido en Gran Canaria, adonde se habría trasladado como compañero sentimental del fallecido. Un posible ajuste de cuentas o un arrebato pasional se presentan como las principales hipótesis que motivaron el homicidio. Desde el entorno de la investigación afirman que un posible episodio de celos estaría detrás de la pelea en la que el detenido sufrió un ataque de furia y golpeó con un objeto al empresario, al que también habría herido con unas tijeras. El cuerpo presentaba un fuerte corte en el cuello.

Este crimen ha causado un gran impacto en Ourense, ciudad que el empresario abandonó hace varias décadas pero en la que todavía tiene familia.