En la festividad del año pasado del Pilar, patrona de la Guardia Civil, los investigadores de homicidios de la Policía Judicial afirmaron que la detención de los presuntos asesinos del cura de Vilanova dos Infantes (Celanova), un crimen de marzo de 2015, era cuestión de tiempo. Efectivamente, los agentes detuvieron poco después a los sospechosos, dos familiares de nacionalidad croata, Elvir Fehratovic, de 37 años, y su sobrino Arsen, de 30. Pero la falta de pruebas suficientes obligó a su puesta en libertad provisional tras la comparecencia ante la juez de Celanova. Ni apareció la venerada talla de la Virxe do Cristal ni confesaron implicación alguna. Nueve meses después de su liberación, el caso parece amenazado por un posible archivo provisional. El instituto armado no ceja, según aseguró ayer, un año después y en el mismo acto, su máximo responsable en la provincia, el teniente coronel Manuel Novo.
En su discurso institucional, el mando admitió que "existen casos de diferente trascendencia no totalmente resueltos. Quiero aclarar que ninguno de ellos ha caído en el olvido. Tengan la seguridad de que las propias unidades de la Comandancia, en ocasiones con el apoyo de unidades centrales, continúan trabajando en ellos". También se refirió al crimen, durante su intervención, el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro: "Estoy seguro de que el cuerpo no ha olvidado algún caso, pendiente aún de resolución, que nos ha sobrecogido a todos y sobre el que se sigue trabajando. Les animamos a seguir, en la confianza de que ponen todo su empeño para solucionarlo".
Novo reiteró a los periodistas que las pesquisas no han terminado, pese a la dificultad: "El trabajo hecho fue muy intenso, los sospechosos y los indicios se pusieron a disposición judicial; se hizo lo que se tenía que hacer. En estos momentos, la UCO -la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil- está repasando la investigación. A ver si desde fuera alguien es capaz de ver lo que nosotros no".
La Guardia Civil -una institución de 173 años de vida que figura entre las más valoradas por los ciudadanos, según el CIS- celebró ayer el día de su patrona con actos en varios acuartelamientos de la provincia además de en Santa Mariña. En Ourense están desplegados un total de 850 agentes que prestan servicio en 4 compañías con un total de 32 puestos. El instituto armado vigila la seguridad ciudadana en toda la provincia, salvo en la capital: suya es la responsabilidad de velar por el orden público y prevenir la delincuencia en 91 de los 92 concellos, en el 98,9% de Ourense.
Las autoridades presumen de los bajos índices de criminalidad de la provincia. "Es la más segura de Galicia y una de las más seguras de España", destacó el subdelegado del Gobierno, quien agradeció públicamente la "entrega y buen hacer" del instituto armado.
El teniente coronel también aludió a que el índice de delincuencia, de 18 por 1.000, es "de los más bajos de España". Los guardias civiles de Ourense tiene porcentajes de esclarecimiento comprendidos entre el 45 y el 50%. El número de hechos delictivos, "prácticamente idéntico al del pasado ejercicio", no instala a Novo en el conformismo. La Guardia Civil se compromete a seguir atajando repuntes como el de hurtos de móviles, carteras u otros objetos de valor en eventos multitudinarios como el Entroido o las ferias. El instituto armado pide también "precaución" a los ciudadanos para no facilitar este tipo de sustracciones al descuido.
El mando admite un ligero aumento de robos en viviendas -se desarticularon dos bandas este año-, una figura delictiva que "nos preocupa extraordinariamente" ante la alarma social que genera, "máxime en un territorio con una población tan dispersa y con una edad en muchos casos avanzada". "Quiero que sepan los ourensanos que esta Comandancia tiene como uno de sus principales objetivos prevenir estos hechos y descubrir a sus autores".
Después de un mal verano en cuanto a incendios forestales, con más de 9.000 hectáreas arrasadas en Ourense, el teniente coronel subrayó la "dificultad" que entraña la investigación de los fuegos provocados, "un 70%" de todos los registrados: "Los autores no son delincuentes habituales, sino que muchas veces se camuflan entre los vecinos de los lugares quemados, de ahí lo imparte de la concienciación social".
En su discurso, Manuel Novo invitó a "una reflexión en común para intentar mejorar" otra problemática frecuente, la desaparición de personas, muchas veces mayores o con alguna discapacidad. Entre los aspectos positivos alabó a Tráfico, por la reducción de víctimas de los últimos años y los más de 2.500 auxilios en carretera prestados el último año.
