"No lo entiendo señor alcalde; me increpa a mí por utilizar la expresión 'no mueven el culo del asiento', en relación a que trabajen más y no le dice nada al portavoz de DO, por utilizar la palabra 'carallo' en su intervención ni a Flora Moure (edil del PP ) que en su intervención soltó un 'coño".

No es una conversación de un aula de ESO o un patio de recreo, sino una de las quejas que, en el apartado de ruegos y preguntas de la sesión plenaria de ayer, dirigió una concejal del PSOE al alcalde, en un pleno en el que, siguiendo una costumbre que empieza a enquistarse, no faltaron las palabras gruesas, la dialética propia de patio de recreo, los adjetivos de "falsa" o "oye tú, niña" dirigidos por el portavoz de DO a sus compañeras Flora Moure y a la edil de Ourense en Común Ledicia Piñeiro respectivamente, y otros episodios que obligaron en más de una ocasión al alcalde Jesús Vázquez Abad, a recuperar su faceta de profesor (o en este caso de domador plenario), e invitar a los concejales a calmarse con un "no entréis al trapo" aunque como dijo "pueda estar de acuerdo con ustedes".

No es cuestión de retóricas antiguas, ni de salir al hemiciclo municipal vestido de goyesco, para otorgar el merecido respeto que se le supone a un pleno, pero el propio concejal de Ourense en Común, Martiño Xosé, al que se le presume más proximidad a la línea libertaria del 15-M, que a otras prosapias de la vieja escuela, tuvo que recurrir en dos ocasiones ayer a citas del especialista en protocolo Juan José Feijóo, para pedir respeto y formas en un pleno en el que unos se han especializado en provocar para buscar los límites de su oponente político, y estos últimos a darse por provocados convirtiendo el "y tú más" en verdadero género discursivo de una sesión, por la que cada concejal cobra por cuatro horas de intercambio de insultos, casi lo mismo que algunos pensionistas perciben para pasar el mes.

La situación volvió a enzarzarse cuando en la primera intervención plenaria, tras su reciente toma de posesión, de Carlos Campos el nuevo concejal del PP para defender el buen funcionamiento de los bolardos del casco viejo como sistema de control de tráfico, el portavoz de Democracia Ourense elogió haber descubierto que "el nuevo concejal sabe leer".

El insulto explícito quedó en tablas hasta que en otro punto del orden del día, la concejal de Personal Flora Moure aprovechó para vengar a su compañero y recordó a Jácome, que "el que no sabe leer es usted, pues lleva todo el pleno hablando de RTP para referirse a la Relación de Puestos de Trabajo del Concello, cuando es la RPT". Le recordó que la RTP, a la que él se refería es la Radio Televisión Portuguesa. "Y que más da, me entiende perfectamente", contestó Jácome. El agraviado ahora, era él.