Galicia es una de las comunidades con mayor mortalidad por cáncer de tiroides, según ha quedado patente en la II Jornada de Cirugía Endocrina en Directo realizada ayer en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), en la que se realizaron dos intervenciones en las que se abordaron las posibilidades de evitar el uso de ligaduras o de las suturas tradicionales. Las operaciones fueron seguidas por cirujanos y especialistas en formación de toda Galicia en el CHUO.

Esta edición contó con la intervención, como cirujano invitado, de Pablo Moreno Llorente, del Hospital Universitario de Bellvitge, reconocido experto en el campo de la cirugía endocrina, o de tiroides, que abordó las ventajas del uso de los diferentes tipos de bisturíes de ultrasonidos, de uso habitual ya en otros campos como la cirugía abdominal, para evitar la realización de suturas, de especial interés en este delicado campo operatorio, con grandes vasos y nervios, en la búsqueda de un procedimiento más seguro y rápido.

Las intervenciones endocrinas más delicadas son las derivadas de un cáncer de tiroides, para el cual la cirugía continúa siendo en la actualidad el único tratamiento efectivo. En los últimos años, la tendencia es realizar una intervención conservadora, que permite mantener parte de la glándula tiroides y de los ganglios, y en la mayoría de los casos no requiere tratamiento posterior, salvo en algunos, en los que se complementa con un tratamiento isotópico, con yodo radiactivo, tratamiento que incluso puede hacerse de forma ambulatorio, y sin los efectos secundarios asociados al tratamiento quimioterapéutico.

El doctor Moreno Llorente indicó que los resultados son muy esperanzadores ya que, en la actualidad, cada vez es más habitual diagnosticar estos tipos de cáncer en estadios iniciales, gracias a las ventajas de la ecografía, o incluso antes de que den síntomas, como parte de un hallazgo casual. De hecho, la tasa de supervivencia a los diez años es del 90%, incluyendo tanto a los pacientes con menor y con mayor riesgo.

Pese a esto, y a que su incidencia es mucho menor que la de otro tipo de tumores -70 casos por millones de habitantes-, cada año se registran en Ourense de 15 a 20 casos. Moreno explica que Galicia continúa siendo, junto con Canarias, una de las comunidades con mayor mortalidad a nivel nacional, por este tipo de cáncer que afecta más a la mujer, con un 77% de incidencia frente al varón.

Tanto las causas del cáncer de tiroides como de su mortalidad en Galicia son todavía desconocidas, pero se sabe que entre el 1 y el 3% de los cánceres de tiroides de tipo papilar y folicular, los más frecuentes, ya que suponen el 90% del total, tienen un componente hereditario, y también que la exposición a radiación en la infancia supone un importante factor de riesgo. Eso explicaría la incidencia de este cáncer en personas de avanzada edad, que durante su infancia estuvieron expuestos a rudimentarios equipos de Rayos X, o en los accidentes de Chernobil y Fukushima.

En el caso de Galicia, está documentada una alta incidencia del cáncer de tiroides medular, uno de los más graves, y con un alto componente hereditario familiar, en el que también podría tener importancia la alta presencia en Galicia de la enfermedad endocrina múltiple, con un 50% de transmisión familiar, a su vez vinculada al desarrollo de otras enfermedades de las glándulas endocrinas.

Para el doctor Pedro Trillo, del servicio de Cirugía del CHUO y organizador de las jornadas, junto a la herencia familiar no se puede olvidar la problemática de carencias de yodo, vinculadas tradicionalmente en la pobreza de este mineral en la tierra por causa de las lluvias continuadas, y de una economía de autoabastecimiento de alimentos ligados a esta tierra.

Pese a que cada día se utilizan más los alimentos yodados, como la sal, que ha reducido en los últimos años la incidencia del bocio, otra enfermedad ligada a su carencia y a veces precursora de un cáncer de tiroides, una dieta baja en yodo persiste en muchas zonas rurales de Galicia, por lo que el peso de la población rural frente a la urbana en la comunidad puede ser determinante a la hora de explicar su mayor tasa de mortalidad, teniendo en cuenta que la demanda de asistencia en este sector suele ser más tardía.