El juez de Instrucción 1 de Ourense, Leonardo Álvarez, acordó ayer el archivo de la causa contra cuatro sindicalistas de CC OO, CIG y UGT, que habían sido acusados de un delito leve de amenazas por su conducta con la policía durante una concentración celebrada delante de la sede de la Confederación de Empresarios (CEO). El caso se anula porque ni el fiscal ni la acusación particular se presentó al acto de la vista oral. Un agente renunció a ejercer acciones, según indicaron fuentes de Comisaría.

La vía penal termina y la cuestión podría seguir en vía administrativa, con la aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana. Los cuatro sindicalistas fueron denunciados por la Policía Nacional el pasado 3 de marzo a raíz de una concentración celebrada delante de la CEO que tenía como finalidad exigir la apertura de la mesa de negociación del convenio colectivo de los trabajadores de limpieza.

Durante las protestas, los representantes sindicales quemaron octavillas y profirieron supuestamente insultos contra los agentes. La policía tramitó una denuncia por un delito de amenazas leves. Frente a las acusaciones, uno de los afectados, Rogelio Cibeira, de UGT, negaba ayer el delito y criticó la actuación de los funcionarios. También cargó contra la llamada Ley Mordaza. "Desde 2012 estamos haciendo manifestaciones con el colectivo de la limpieza y, las fuerzas de seguridad, como nos conocen, nos identificaron pero no hubo absolutamente nada, ni destrozos ni violencia", aseguró.

En la misma línea, los representantes de la CIG resaltaron que el archivo de la causa demuestra, a su juicio, "con total contundencia que no existió delito en la actuación de las trabajadoras de la limpieza ni de los representantes". Además criticaron a la CEO y la Policía por "criminalizar" la acción sindical.

Antes del juicio, medio centenar de sindicalistas se concentraron delante de los juzgados en señal de apoyo. Los acusados eran Etelvino Blanco y Anxo Pérez (CIG); Rogelio Cibeira (UGT) y Antonio Pérez Jácome (CC OO).