La necesidad de poner en marcha medidas para dar una respuesta inmediata a los efectos desvastadores de los incendios forestales en varios concellos ourensanos, en concreto de A Baixa Limia, como los de Muíños, Entrimo y Lobios, que calcinaron más de 4.000 hectáreas, es objeto de estudio entre los alcaldes de esos municipios con responsables de la Xunta, en concreto con las Consellerías de Medio Rural y la de Medio Ambiente. El objetivo es claro: recuperar las zonas quemadas, algunas de ellas incluidas dentro del parque natural Serra do Xurés.

De ahí que en la jornada de hoy está prevista una reunión con la directora xeral de Conservación da Natureza, Ana María López, que se suma a la que días pasado mantuvieron los alcaldes con el director xeral de Ordenación e Producción forestal, Tomás Fernández-Couto, para concretar las medidas prioritarias y fijar las partidas económicas que permitan su puesta en marcha.

En este sentido, y debido a que existen numerosas áreas afectadas y una gran variedad de niveles de daño provocado por la acción del fuego, entienden que se requiere poner en marcha con urgencia actuaciones de control de riesgos hidrológicos erosivos asociados a los incendios forestales.

Se trata de evitar que se puedan producir arrastres, con la llegada de las lluvias, de todo ese material que ardió en los diferentes montes a los cauces de los ríos o embalses, como es el caso de los de Salas y el de As Conchas, en el concello de Muíños.

Y aunque la Consellería de Medio Rural anunció que se destinará un presupuesto que está entorno a los 6 millones de euros para ejecutar actuaciones urgentes de recuperación de los montes que fueron pasto del fuego, desde los concellos se incide en la necesidad de actuaciones inmediatas ante el riesgo real que existe de un mayor deterioro de esas zonas afectadas por los incendios forestales.

Regeneración

Es por eso que además de las actuaciones específicas de consolidación de esos espacios quemados, se realizaran otras acciones, como las denominadas siembras regenerativas, la eliminación de madera quemada sin valor de mercado para mejorar la posterior regeneración del arbolado y el aprovechamiento de la madera "servible", para recuperar el potencial forestal de las zonas quemadas.

Otra de las cuestiones que se abordará, y que forma parte del ideario de actuaciones previstas, es la necesidad de mejorar las infraestructuras forestales de las zonas afectadas por el fuego, reparando los daños en cunetas y las obras de paso y acceso a los montes para mejorar la capacidad de evacuación de las aguas, y de esa forma evitar arrastres del material, que es una de las cuestiones que más preocupa a los alcaldes, que así se lo trasladaron a los responsables de las consellerías de Medio Rural y a la de Medio Ambiente.

En lo que se refiere a las infraestructuras de protección de los terrenos forestales, también se contempla la recuperación de las explotaciones ganaderas afectadas por los incendios forestales, incluyendo la sustitución de todos los cierres que fueron pasto de las llamas y sus infraestructuras complementarias.

Lo que se establece es que las principales zonas de valoración serán las superficies quemadas en los incendios producidos durante 2016 con una superficie que supere las 100 hectáreas y se actuará en aquellas que, teniendo en cuenta los criterios de prioridad establecidos, requieran medidas oportunas.

De ahí que muchas de estas actuaciones incidirán en espacios que forman parte del parque natural de A Baixa Limia-Serra do Xurés que se vieron afectados por fuego. Se trata, como advertía uno de los regidores municipales, de recuperar esas zonas y la puesta en valor de este enclave medioambiental.